La pesadilla de Chris Bosh empezó la temporada pasada, y desde ese momento no ha dejado de perseguirlo. Bosh tiene problemas de coágulos en su torrente sanguíneo a raíz de una lesión en la pantorrilla. Esto le causó dificultades en sus pulmones. Algunos especialistas aseguran que de no seguir un estricto tratamiento, volver a jugar podría traerle más problemas, atentando incluso contra su vida. 

El jugador no puede jugar con los Miami Heat y está deseando volver a la canchas. Sin embargo, los médicos son muy claros y le aseguran que puede ser tremendamente perjudicial para su vida. El '1' de los Heat sigue esperando volver y desea que está pesadilla finalice tarde o tempran. El ala-pívot de Miami ha reconocido que le está costando adaptarse a su nueva vida: "Sigo aprendiendo cosas sobre mi situación actual y sobre cómo funcionar sin jugar. Estoy viendo a qué sabe la retirada. Es complicado a veces… espero que en algún momento se alineen las estrellas y pueda hacer lo que realmente quiero hacer. Pero tampoco sé seguro ahora mismo qué es".

La música es su cobijo

Todo esto hace que Bosh tenga que buscar nuevas motivaciones e inquietudes, y estas han aparecido en la música. El propio jugador ha reconocido que le encanta el incluso que la practica: "Sigo mis instintos, hago lo que me apasiona y trato de responder las preguntas que me ayudan a superar los malos momentos, incluso una ligera depresión. He descubierto que todo se basa es seguir lo que dice el corazón y hacer aquello que te hace realmente feliz". 

Sobre sus aficiones musicales ha dicho lo siguiente: "Freddie King, BB King, Stevie Ray Vaughan… También escucho mucho a Jimi Hendrix, David Gilmour, Led Zeppelin… Mi padre escuchaba a viejas leyendas del blues cuando yo era un crío. Tengo grandes recuerdos de escuchar con él a aquellos grandes guitarristas".

Además, la música está muy presente en su familia: "Voy en serio con la guitarra. Mi mujer, Adrienne, creció con el grunge. Conecto más con mi suegro, escucho viejos discos de rock and roll con él. Mi mujer iba de joven a festivales de Rock y Metal, tiene un gran oído. Cuando empezamos a salir me ponía discos de Nirvana, Nine Inch Nails… hablábamos constantemente de música”. Lo que está claro es que Chris Bosh ha encontrado una nueva pasión: “Es terapéutico. Nunca había querido hacer nada que no fuera jugar a baloncesto. Veo a los músicos tocar y pienso que eso es algo que quiero hacer, que haría gratis, solo para mí. Solo con conseguir eso, sería feliz”.

Todo el mundo de la NBA espera que su caso termine bien y finalice su carrera deportiva sobre una cancha de baloncesto.