La pasada noche en el Staples Center de la ciudad de Los Angeles la estrella de los Clippers tuvo que marcharse antes de tiempo al vestuario debido a un esguince en su dedo pulgar. Se disputaba uno de los encuentros más esperados donde se verian las caras dos de los mejores bases de la liga, Russell Westbrook y Chris Paul, pero el partido no fue para nada lo esperado. Tras un primer cuarto en el que dominaron los Clippers, Chris Paul sufrió en el segundo cuarto la lesión. El base se dió cuenta de que algo no iba bien en su pulgar, una situación que recordaba a los Playoffs del año pasado donde se rompió un dedo de la mano derecha. 

Aún sin las dos estrellas del equipo en pista por parte de los Clippers debido a lesiones los de Oklahoma, que no tuvieron su mejor partido no pudieron hacer frente a unos Clippers que ganaron todos los cuartos y dejaron el marcador en un rotundo 120-98 y se mantienen invictos con un parcial de 7-0 en este 2017, siendo el equipo con la mejor racha de la NBA en la actualidad y cuartos en la clasificación de la Conferencia Oeste.

Russell Westbrook se quedó en 24 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. Buenos números para cualquier otro jugador del equipo, pero no para él, la estrella indiscutible del equipo. Además los Thunder faltos de alma en la pintura sin Steven Adams (baja por una conmoción cerebral) y sin nadie capaz de cubrir la genialidad ausente de Westbrook no supieron hacer frente a unos inspirados Clippers, que sin las estrellas al timón, supieron reconducir el barco. Este partido que deja a los Thunder en un parcial de 25 victorias y 18 derrotas, y siendo séptimos en la clasificación de la Conferencia Oeste.