Los Washington Wizards iniciaron este curso baloncestístico con muchos problemas internos en el vestuario y con una racha de dos victorias y siete derrotas, algo que, desde luego, decepcionó a los aficionados.

El ambiente en el vestuario era malo, los jugadores no confiaban en sus compañeros e incluso en sí mismos, lo que hizo que en lugar de remar todos hacia una dirección, se pusieran trabas complicando el objetivo de revertir la situación.

El juego desarrollado por el equipo tampoco dejaba un buen sabor de boca, el nivel de juego era similar al desplegado la temporada anterior, realizando un juego anárquico en el que no se dominaba ninguna faceta y, por supuesto, no daba esperanzas de alcanzar los Playoffs.

Esta dinámica en los Wizards cambió con el transcurso de la temporada. Estrellas como Bradley Beal y John Wall y protagonistas que nadie esperaba, como Marcin Gortat, dieron un paso adelante echándose el peso del equipo en su espalda y logrando conseguir una racha de nueve victorias y 14 derrotas después de un par de meses. La pasada madrugada el equipo de Washington D.C. se impuso a Portland Trail Blazers 120-101 con 25 puntos de Bradley Beal y 24 puntos de John Wall, lo que deja a los Wizards con 21 victorias y 19 derrotas, dejando al equipo quinto en la tabla de la conferencia este, en puestos de Playoffs.

“Cuando nos empleamos duro en defensa, conseguimos rebotes y poder correr en transición, los equipos contrarios suelen colapsar cuando penetro hacia canasta. Estamos moviendo la bola muy bien, y los chicos lanzan con mucha más confianza”. Declaró John Wall ante la pregunta de qué había cambiado en el equipo desde el inicio de temporada.

Aunque es cierto que se han producido ciertos cambios importantes en la plantilla de los Wizards, el entrenador, Scott Brooks, ha dado con la tecla de cómo gestionar la plantilla y qué estilo de juego debe de desarrollar el equipo.