Los Denver Nuggets siguen sin quitar el pie del acelerador. Tras el gran partido cosechado en tierras londinenses, los de Colorado consiguieron una nueva victoria frente a Orlando Magic de Serge Ibaka, Elfrid Payton, Aaron Gordon y compañía. 140 puntos cayeron para Indiana, esta vez, 125 pero dolieron de la misma manera para unos Magic que intentaron plantar cara hasta ser arrollados por un joven pívot serbio de nombre Nikola.

Nikola Jokic consiguió superar su mejor marca anotadora de su carrera, 30 puntos y lo acompañó con 11 rebotes para pasar por encima de unos Magic que no encontraron manera de detenerlo en la pintura. Está compenetrándose a la perfección con su nueva pareja de baile en la pintura, Kenneth Faried, que ha entrado en el quinteto titular tras los recientes rumores de traspaso de Jusuf Nurkic, quien podría abandonar el equipo de ‘Mile High City’ para dejar que Jokic se desarrolle de la mejor manera posible con el uniforme de los Nuggets. 

El entrenador de Orlando Magic, Frank Vogel, no tuvo más que halagos para el jugador de dos metros 11. “Crea un elemento sorpresa en el ataque que es muy difícil de frenar”. Los Nuggets siguen luchando con la vista puesta en la postemporada, una opción más que posible. Se encuentran en la decimotercera posición del oeste con 16 victorias, a dos partidos de diferencia del octavo clasificado, Portland Trail Blazers, que con la vuelta de Damian Lillard, están consiguiendo alejarse y conseguir asegurar cada vez más su estancia en el mayor baile de la NBA.

A estas alturas y viendo como está jugando el joven pívot, solo el cielo es el límite. Cada vez ve más oportunidades en su carrera, y los Nuggets ya lo apuntan en la lista de estrellas sobre la que quieren hacer una posible reconstrucción. No llegó con tanta repercusión como otros jugadores, pero está demostrando ser de los más efectivos. El sentimiento europeo sigue estando muy presente en la NBA.