No hay ninguna duda de que Giannis Antetokounmpo y James Harden son dos de los bases más peculiares de la liga. El griego, con una altura de 2,10 metros y un físico envidiable, lidera a su equipo en todos los aspectos del juego, demostrando su gran importancia tanto en el aspecto ofensivo como defensivo. Por su parte, la barba más famosa de la NBA, es un anotador nato que D'Antoni ha decidido convertir en un maravilloso base e inesperado candidato al MVP de la liga.

El duelo personal de esta madrugada entre ambos jugadores, suponía la revancha del partido que ya disputaron Bucks y Rockets el 18 de enero, hace tan solo cinco días. En aquella ocasión, los de Houston se impusieron por un claro resultado de 111 a 92. El partido de esta madrugada era vital para los locales que, en medio de una racha de cinco derrotas consecutivas, veían como se alejaban cada ve más los Playoffs.

Gracias a las grandísimas actuaciones de Antetokounmpo (31 puntos) y Jabari Parker (28), los locales pudieron sobreponerse a los Rockets y cortar la mala racha por lo sano. Así, los de Houston siguen terceros en el Oeste, mientras los Bucks siguen manteniendo vivos los sueños de Playoffs.

Ritmo frenético para empezar el partido

El partido empezó con un ritmo muy alto y los Bucks sacando provecho de transiciones mortíferas. Los de Milwaukee conocen la manera de jugar de los Rockets y su necesidad de lanzar y vivir del triple, así que protegían a la perfección el perímetro, forzando fallos de Houston y consiguiendo algún que otro robo. Por su parte, los visitantes seguían empecinados con trabajar desde la larga distancia, mientras las pocas ocasiones que decidían atacar la pintura, conseguían sorprender a la defensa de los Bucks. Ryan Anderson fue uno de los que supo sacar mejor provecho de esta situación, consiguiendo cinco puntos en dos jugadas consecutivas de penetración a canasta que, sumados a un triple conseguido al inicio del encuentro, le colocaban como el máximo anotador de los Rockets.

Por parte de los locales destacaba Jabari Parker con 11 puntos y una actitud envidiable. Mientras tanto, los Bucks seguían haciendo un gran trabajo de contención sobre James Harden, que no acababa de encontrar el ritmo del partido y no fue capaz de anotar hasta el último minuto del primero cuarto, el cual terminó con cinco puntos procedentes de tres tiros libres y una bandeja al término del periodo. Pese al gran cuarto realizado por los Bucks, los Rockets acabaron el periodo a un gran nivel, consiguiendo un parcial de 12-4 e igualando el marcador cuando más débiles parecían.

En el segundo cuarto llegó el momento de Greek Freak. Giannis saltó al parqué con ganas de romper el encuentro, y eso es justamente lo que hizo. En menos de cuatro minutos, consiguió anotar diez puntos sin fallar un solo tiro y lideró a su equipo a un parcial de 14-0 que les dispararía en el marcador. Ahí lo dejaría de momento Antetokounmpo, que otorgó a sus compañeros la tarea de mantener la ventaja. Así lo hicieron durante gran parte de cuarto, liderados de nuevo por Jabari Parker, que volvió a destacar con nueve puntos en el periodo. Fue en los últimos cinco minutos del cuarto, con Houston 11 puntos detrás en el marcador, cuando apareció por fin James Harden. La Barba, que hasta el momento había anotado tan solo ocho puntos, se despertó en los últimos cinco minutos del cuarto y anotó 11 puntos sin fallo alguno en dos lanzamientos triples, una canasta de dos y tres tiros libres. Así, los Rockets fueron capaces de reducir la distancia en el marcador y marcharse al descanso a solo cuatro puntos de los locales y un resultado de 68 a 64.

Pese a lo que pueda indicar el apretado marcador, los Bucks se marchaban al descanso con un porcentaje de acierto del 68,3% y los de Houston tenían que hacer maravillas para mantenerse vivos. A la media parte, Harden ya había compensado su flojo primer cuarto de cinco puntos con 14 en el segundo para marcharse con 19 que, sumados a los 13 de Ryan Anderson, les daban a los Rockets la oportunidad de contrarrestar los 20 de Jabari y 17 de Giannis.

Puntos desde la defensa

La segunda mitad comenzó con ambos equipos más erráticos que en los primeros 24 minutos, lo cual no era de extrañar. Una defensa más seria de los Rockets permitió que recortasen la diferencia en los primeros cuatro minutos y se pusiesen por delante en el marcador por primera vez desde mediados del primer cuarto. La alegría no les duraría demasiado, ya que los Bucks recuperaron el liderato y no lo soltaron en lo que quedaba de cuarto, pero los visitantes ya habían enviado el primer aviso y eso era lo que contaba. Desde entonces el partido sería mucho más igualado en todos los aspectos. La defensa de los Rockets dio un paso adelante para intentar frenar a Giannis y Jabari y evitar que los Bucks anotasen más triples (cinco de nueve en la primera parte). Eso hacía que los de Houston descuidasen demasiado la pintura en ciertas ocasiones, dejando la puerta de atrás abierta y a Nene muy solo, permitiendo canastas fáciles.

El tercer cuarto estuvo marcado por las actuaciones de protagonistas inesperados. Por parte de los Rockets, Patrick Beverley fue el que lideró la anotación con ocho puntos en un perfecto tres de tres en tiros de campo. Harden seguía capitaneando al equipo, pero en esta ocasión desde la defensa, centrándose en proteger líneas de pase y consiguiendo tres robos en el periodo. En los Bucks la sorpresa la dio Matthew Dellavedova, que consiguió aportar diez puntos en tan solo cuatro lanzamientos y fue capaz de calmar las aguas del encuentro cuando su equipo más lo necesitaba.

El partido estaba más ajustado que nunca, y el último cuarto comenzaba con solo dos puntos separando a ambos equipos. Los nervios se notaban en el ambiente y ambos equipos fallaban más que nunca. La defensa que habían utilizado los Bucks durante todo el encuentro, dura en el perímetro y siempre atenta a las líneas de pase parecía estar pasándoles factura. Físicamente, algunos jugadores de Milwaukee parecían exhaustos, mientras que también permitían a los de Houston anotar algunas canastas fáciles en la pintura, cuando conseguían filtrar algún balón. Así a poco más de ocho minutos para el final del encuentro, el marcador de encontraba empatado a 99. Fue entonces cuando los locales reaccionaron y volvieron a apretar con su defensa. Los Rockets habían visto que necesitaban atacar la pintura más que nunca en este partido y los Bucks sabían que debían defenderse con uñas y dientes. Mientras mantenían la buena defensa de perímetro, estuvieron extremadamente atentos a los pases, ocupando todas las líneas posibles. Así, consiguieron un parcial de 11-0 a base de balones robados que les llevaban a efectuar transiciones rápidas y letales.

Con menos de siete minutos para el final del partido, los Bucks se dedicaron a mantener la ventaja en el marcador, jugando con pausa y sin precipitarse. Los Rockets, por su parte, sabían que debían empezar a ser más agresivos, lo cual les conducía a más errores. Nueve balones robaron los Bucks en el último periodo, lo cual permitió a Giannis liderar las transiciones y anotar nueve puntos, mientras Greg Monroe aportaba siete más. Los balones que los Rockets conseguían hacer llegar a la pintura solían acabar en canasta, gracias a un gran Nene que consiguió seis puntos en el cuarto y 17 en el partido, pero el precio a pagar por los robos que conseguían los Bucks no compensaba el riesgo. El partido llegó así a su fin, con los Bucks gestionando su ventaja a base de posesiones largas en los últimos minutos. Los locales llevaron a cabo un cuarto casi perfecto, que consiguieron ganar por 34 a 23, lo cual les permitió sellar una gran victoria por 127 a 114 frente al tercer clasificado del Oeste.

Esperanza en la revolución

Giannis Antetokounmpo se esta convirtiendo en uno de los mejores de la liga, consiguiendo cosas que solo ha sido capaz de hacer LeBron James en los últimos años. Es el primer jugador desde James en la temporada 2008-2009 que lidera a su equipo en puntos, rebotes, asistencias y robos, mientras Giannis también es el máximo 'ladrón' de los Bucks, lo cual deja más que patente su categoría de jugador completo. Junto a Jabari Parker están llamados a liderar un equipo que busca revolucionar la liga. Por el momento, están demostrando que otro tipo de baloncesto es posible y que ellos pueden llevarlo a cabo. Ambos han anotado esta madrugada 59 puntos, sin dejar de lado las labores de distribución de balón ni las tareas defensivas. Si los Bucks siguen jugando como un bloque liderado por estas dos jóvenes promesas, pueden llegar muy lejos.

Harden, de la mano de Mike D'Antoni, también está redescubriendo la posición de base en los últimos tiempos y se ha posicionado como uno de los dos grandes favoritos al MVP. Con 26 puntos, nueve rebotes, diez asistencias y cuatro robos, volvió a protagonizar un grandísimo partido, tan solo empañado por 11 pérdidas de balón que su equipo acabó pagando. No cabe duda de que son uno de los grandes candidatos a destronar a los Warriors en la Conferencia Oeste, pero necesitarán todo su esfuerzo para conseguirlo.

Probablemente con resultados más próximos en el caso de los de Houston, tanto Bucks como Rockets son dos equipos llamados a diferenciarse del resto de la liga y a conseguir grandes cosas en los próximos años. El alto ritmo de ambos equipos, unido a sus interesantes propuestas son algo refrescante para las madrugadas de la NBA y los convierte en dos de los equipos más interesantes y atractivos.