En la rueda de prensa previa al partido de esta madrugada contra Indiana Pacers (Indiana 104- 113 Cleveland), el entrenador jefe de Cavaliers, reconoció que Kevin Love había estado jugando varios partidos a pesar de notar dolor y no estar del todo cómodo en pista.

Durante al menos tres partidos se mantuvo a Love en la rotación a pesar de la salud de su rodilla izquierda. Uno de esos partidos fue el nueve de febrero contra Oklahoma City Thunder, tras un back-to-back. Antes de ese partido Tyronn dejó caer que el big three podría descansar. La sorpresa fue que, Lebron, Irving y Love jugaron.

El técnico aclaró que, aunque Kevin sentía dolor, no le impedió jugar de manera aceptable ante Thunder (15 puntos, 12 rebotes y 3 robos en 31 minutos), por lo que no se le dio tanta importancia hasta que su rodilla acabó hinchada tras el siguiente partido, el sábado ante Denver. Entonces, se le hizo una resonancia y se comprobó que era necesaria una cirugía artroscópica. Es decir, una limpieza de restos alojados en el menisco, realizada el pasado martes en Nueva York. El tiempo estimado de recuperacion, que han comentado desde el equipo es de seis semanas. De no producirse ningún contratiempo en la recuperación, Love volvería a falta de dos semanas para que acabe la temporada regular, cuando el primer puesto del este (y la ventaja de campo hasta las finales), puede estar todavía en el aire.

Pensando en los demás jugadores del equipo, los periodistas quisieron saber si esta lesión le hará ajustar la rotación para dar más descansos, problema por el que se le ha señalado toda la temporada ya que, como ejemplo más claro, Lebron James es el jugador que más minutos por partido ha jugado esta temporada.

El entrenador Lue quiso calmar los ánimos y continuó destacando que se sobrepondrían a la baja de Love. Además, alabó al resto del equipo, cuando dio un paso adelante y estuvo listo para jugar sin Love, un buen partido ante Minnesota.