En el partido ante Charlotte Hornets de esta madrugada,Lebron James sufrió una lesión ocular, por lo que su participación en el partido de esta noche ante Washington Wizards es cuestionable.

A falta de 31 segundos del final del tercer cuarto, Lebron James entró a canasta intentando una bandeja, con la mala suerte de que se llevó un manotazo de Jeremy Lamb en el ojo, al intentar taponar al de los Cavs. Automáticamente, el 23 de Cleveland cayó al suelo con la mano cubriéndose la zona ocular. Al no ver mejoría, Lebron pidió un tiempo muerto, momento en el que el médico del equipo, Steve Spiro, estudió el estado de su ojo derecho.

Tras el pequeño parón, el 4 veces MVP pudo disputar todo el último cuarto. Las sensaciones fueron buenas, cuando fue capaz de anotar 10 de sus 32 puntos (con un 64% de acierto) y afianzar su posición (además de la victoria del equipo) en la conversación por el jugador más valioso añadiendo 9 rebotes, 11 asistencias, 1 robo y dos tapones.

Sin embargo, a pesar del excelente nivel del de Ohio, tras el partido comenzó a experimentar una visión borrosa, por lo que el oculista de los Hornets tuvo que examinarlo. No fue la noche de Lebron, ya que, además de la confirmada abrasión de la córnea (lesión que tuvo su compañero  Kevin Love, que le obligó a perderse un partido) de su ojo derecho, sufrió un tremendo golpe en la espalda al caer al suelo, como consecuencia de la falta cometida por Michael Kidd-Gilchrist a mediados del último cuarto.

En sus declaraciones finales Lebron comentó: “Me ha gustado nuestra disposición esta noche. Nos mentalizamos a jugar físico, y es lo que nos ha ayudado a ganar el partido. Fuimos físicos desde el primer instante hasta el final”.

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