Los Angeles Clippers y Utah Jazz protagonizan la que es, a priori, la eliminatoria más igualada del Oeste. Son cuartos y quintos de la conferencia más competitiva de la NBA y comparten un balance de 51 victorias y 31 derrotas. También tienen el mismo balance contra equipos de su conferencia (31-21) y como locales (29-12), lo cual les hace compartir también balances contra la Conferencia Este (20-10) y como visitantes (22-19).

Pero que las apariencias no engañen. Pese a que comparten muchas estadísticas, tal vez demasiadas, no hay dos equipos más diferentes en estos playoffs. Los californianos llevan años intentando pelear por todo, pero siempre parece faltarles algo para conseguir sus objetivos. Pese a haber conseguido su sexta clasificación consecutiva, no han sido aún capaces de superar la segunda ronda en toda su historia. Mientras tanto, los Jazz parecen ser la sorpresa que todos esperaban. Un equipo duro y que trabaja durante los 48 minutos que ha sido capaz de entrar en playoffs por primera vez desde 2012.

Un proyecto consolidado al que incluso se le está acabando el tiempo contra una franquicia claramente al alza. La serie entre los Clippers y los Jazz tiene todo lo necesario para dar un grandísimo espectáculo y enganchar a los espectadores desde el primer instante.

Clippers, por delante en la liga regular

Jazz y Clippers están empatados en prácticamente todo, pero hay una razón por la que los californianos están por delante en la clasificación. Y dicha razón son los enfrentamientos entre ambos equipos, en los que los Clippers vencieron en tres ocasiones y solo fueron diezmados por los Jazz en un encuentro.

El primer encuentro entre ambos, disputado en el Staples Center, estuvo marcado por la ausencia de Gordon Hayward. Dicho partido se decidió gracias a la defensa de ambos equipos, con unos Jazz que intentaron contener a los Clippers con tal de llevarse el encuentro, pero que no fueron capaces de hacerlo, perdiendo por 75-88. Blake Griffin tuvo muchas facilidades durante el encuentro, que terminó con 18 puntos y diez rebotes, al igual que DeAndre Jordan, que le acompañó con 16 tantos y 12 capturas. Por parte de los Jazz, Hill intentó aportar su granito de arena con 18 puntos, pero no fue suficiente. Destacable fue la efectividad de Gobert, que pese a solo conseguir ocho puntos y nueve rebotes, pudo anotar el 75% de sus lanzamientos.

El segundo partido, disputado en Utah, tuvo una tónica similar, con una estrella ausente. En esta ocasión el equipo ‘cojo’ fueron los Clippers, que sufrieron la baja de su general, Chris Paul. Pese a eso, fueron capaces de sobreponerse, de nuevo, a la defensa de los Jazz y llevarse el encuentro por 88-72. El mejor jugador volvió a ser Blake Griffin que, con 26 puntos, diez rebotes y seis asistencias, dio la sensación de haberle cogido la medida a la defensa de los locales. DeAndre volvió a ser clave en la pintura, capturando 13 rebotes y defendiendo muy de cerca de Gobert, que anotó diez puntos y capturó 14 rebotes pero solo pudo encestar el 41.7% de sus tiros. Pese a participar en el encuentro, Gordon Hayward no fue capaz de aportar demasiado, ya que solo consiguió siete puntos y cinco rebotes, con un más que mediocre 16.7% de acierto.

A la tercera fue la vencida para los Jazz que, en su segunda intentona como locales, fueron  finalmente capaces de imponerse a los Clippers, con un ajustado y mucho más ofensivo resultado de 108-114. Gordon Hayward fue capaz, por fin, de encontrar el ritmo anotador y hacer mejor a su equipo, gracias a sus 27 puntos. Gobert volvió a protagonizar un partido discreto, con 11 puntos y diez rebotes, pero muy efectivo, con un 83.3% de acierto. Hill volvió a ser clave, ya que consiguió 19 puntos, ocho rebotes y seis asistencias en su duelo personal contra Chris Paul. Pese a la gran actuación del base de los Jazz, no cabe duda de que fue Paul quien ganó su batalla, con 33 puntos, seis rebotes y siete asistencias que no fueron suficientes para ganar el encuentro.

El último y definitivo partido fue el que lo marcó todo y en el que los Clippers pudieron hacerse con el personal duelo entre ambos equipos, ganando el encuentro disputado en Los Angeles por 95-108. Griffin tuvo una mala actuación en cuanto a acierto se refiere, anotando solo el 37.5% de sus lanzamientos, pero consiguiendo 15 puntos y seis rebotes. Chris Paul, al igual que Griffin, no tuvo la noche más acertada de su carrera, quedándose en 14 puntos y un pésimo 27.8% de acierto. El encargado de salvar el partido fue Jamal Crawford, que fue capaz de conseguir 28 puntos desde el banquillo, con un gran acierto del 66.7%. Los Jazz estuvieron liderados, de nuevo, por Rudy Gobert y su gran efectividad. En esta ocasión, el francés estuvo mucho más activo y suelto, aportando 26 puntos y 14 rebotes sin afectar lo más mínimo a su acierto, ya que anotó el 76.9% de sus lanzamientos. Joe Johnson le acompañó en el aspecto anotador, con 17 puntos y Gordon Hayward tuvo otro partido discreto con 13 puntos y cinco rebotes.

La serie personal entre ambos equipos se saldó, por tanto, con tres encuentros para los Clippers y solo uno para los Jazz. Los dos conjuntos intentaron exprimir sus armas de diferentes formas pero los californianos fueron los que se llevaron el gato al agua. Los Jazz intentaron mantener a los Clippers a raya en los dos primeros encuentros pero no fueron capaces de tener el ritmo suficiente como para superarles. Por otro lado, los Clippers intentaron hacer valer su poderío ofensivo y parece que el plan les salió como ellos esperaban. Cabe también decir que, conforme fue avanzando la temporada, Rudy Gobert fue cogiendo confianza y es un arma muy importante para los Jazz.

DeAndre Jordan (6) celebra, mientras Gordon Hayward (20) se lamenta. | Fotografía: AP Photo / Danny Moloshok
DeAndre Jordan (6) celebra, mientras Gordon Hayward (20) se lamenta. | Fotografía: AP Photo / Danny Moloshok

Los Angeles Clippers: Más que un dragón de tres cabezas

El punto fuerte de los Clippers es, sin lugar a dudas, su poderío ofensivo. Los Clippers tienen una cantidad de armas y tanta calidad que es prácticamente imposible frenarles. Tienen, en Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan, uno de los tríos más poderosos de la liga, y son capaces de acabar con cualquier rival.

Jugadores más importantes

Blake Griffin lleva años en la cima de la liga, siendo uno de los mejores ala-pívots del momento. Avalado por sus 21.6 puntos y 8.1 rebotes por partido, así como su increíble físico, Griffin es un jugador peligrosísimo al que hay que vigilar de manera constante. Ha tenido problemas físicos en su andadura con los Clippers, pero este parece ser el año en que pueda redimirse, llegando en buena forma a los ansiados playoffs.

DeAndre Jordan es, simple y llanamente, un monstruo. Su espeluznante físico le convierte en uno de los pívots de la liga más imponentes y le dan una presencia en la pintura como pocas pueden encontrarse. Gracias a eso es el tercer mejor reboteador de la liga, con 13.8 por encuentro, así como el jugador con un mayor acierto en tiros de campo, con un 71.4%. Su físico y estas estadísticas podrían convertirle en el mejor pívot de la liga, pero hay algo en su contra: los tiros libres. Y es que, entre los jugadores que lanzan un mínimo de cinco tiros libres por encuentro, Jordan es el peor, con un paupérrimo 48.2% de acierto.

Pero falta una pieza clave, un líder, y ese es Chris Paul. El base es uno de los mejores generales de la liga, un verdadero entrenador en el parqué. Además de anotar 18.1 puntos por encuentro, reparte 9.2 asistencias por partido, la cuarta mejor marca de la liga. Pero, por si fuese poco, la estrella de los Clippers está lanzando mejor que nunca. Gracias a un 41.1% de acierto en tiros de tres, el mejor porcentaje de su carrera, Paul está siendo capaz de abrir aún más la pista para su equipo, al mismo tiempo que supone una amenaza aún mayor cuando el balón está en sus manos.

En todas las películas fantásticas aparece siempre alguna bestia a la que derrotar y los Clippers serían el claro ejemplo de un dragón de tres cabezas. Pero siempre, siempre hay algo más. Algo que hace mas peligroso al dragón. En el caso de los angelinos sería, sin lugar a dudas, Jamal Crawford. El dos veces ganador del premio al Sexto Hombre del Año es una de las mayores amenazas desde el banquillo de toda la liga. Es cierto que es un jugador veterano y ya no disputa tantos minutos como lo hacía antaño, pero puede ser un verdadero puñal y decidir partidos como ya lo hizo, precisamente, contra los Jazz esta temporada.

Puntos fuertes y debilidades

Como ya se ha comentado, los Clippers tienen un ataque descomunal. Son el sexto equipo que más anota por partido, con 108.7 puntos, y eso es gracias a su gran efectividad. Con un 47.5% de acierto, los Clippers son el segundo equipo de la liga que mejor lanza a canasta y es por eso que los Jazz van a tener que estar más atentos que nunca a la hora de defenderles. Gracias a su efectividad y sus pocos balones perdidos, sacan provecho de todas y cada una de sus posesiones, lo cual les convierte en el cuarto equipo en offensive rating de la liga.

Ante ellos van a tener a un rival más que duro, que va a intentar sacar provecho de todas y cada una de sus debilidades. La más clara es, sin duda alguna, el peligro que supone tener a DeAndre Jordan en pista durante los últimos minutos. En unos encuentros de playoffs que se presuponen como partidos ajustados hasta el último momento, resulta un grave riesgo tener al peor lanzador de tiros libres de la liga, ya que es algo que muchos equipos pueden aprovechar para recortar distancias. En este aspecto, los Clippers van a tener que ser extremadamente cautos a la hora de disputar los minutos más importantes de la temporada.

DeAndre Jordan, Blake Griffin y Chris Paul, pilares fundamentales de los Clippers. | Fotografía: Jae C. Hong/AP
DeAndre Jordan, Blake Griffin y Chris Paul, pilares fundamentales de los Clippers. | Fotografía: Jae C. Hong / AP
3

Utah Jazz: El poder de una defensa férrea

Es cierto que los Jazz no parecían un equipo extremadamente llamativo en cuanto a nombres se refiere, pero durante el año han sido capaces de sacar provecho de sus mejores armas y usarlas a la perfección. Han encontrado en Rudy Gobert y Gordon Hayward dos grandes líderes que se han convertido en verdaderas estrellas de la NBA.

Jugadores más importantes

Gordon Hayward es, ahora mismo, uno de los chicos de oro de la liga. En las siete temporadas que lleva jugando en la NBA, ha aumentado su anotación en todas y cada una de ellas, llegando a superar este año los 20 puntos por partido, con 21.9. Un chico serio que empezó tímido pero que ha llegado a ser un All-Star. Anota con gran efectividad (47.1% de acierto en tiros de campo y 39.8% en triples) y pierde menos de dos balones por partido, lo que le convierte en una grandísima amenaza.

La otra clara estrella es Rudy Gobert, quien, poco a poco, se ha convertido en uno de los mejores pívots de la liga y en un grandísimo candidato para ser el mejor jugador defensivo de la temporada. Puede que, con solo 14 puntos por encuentro, sus estadísticas ofensivas no sean las más destacables pero su trabajo en defensa lo colocan en la cima de la liga. Es el mejor taponador de la liga, con 2.6 tapones por partido, así como el cuarto mayor reboteador, con 12.8 capturas por encuentro. Además, con un 66.1% de acierto, también es el segundo jugador con un mejor porcentaje de tiro de la liga, solo superado por DeAndre Jordan. Precisamente contra él ha demostrado su grandísima efectividad, con un 65.7% de lanzamientos anotados esta temporada contra los angelinos.

Ellos dos son, sin lugar a dudas, las mayores estrellas de unos Jazz que confían plenamente en el trabajo de equipo. Ya sea por las lesiones o por la manera en la que está pensada el equipo, la filosofía de los de Utah está temporada ha sido la de que un tercer hombre tomase los mandos dependiendo del partido. Con solo 49 partidos disputados en la temporada, George Hill ha sido ese hombre en la mayoría de ocasiones. Los 16.9 puntos por partido que ha anotado esta temporada son el máximo que ha conseguido en su carrera y ha sido el último en demostrar que los viejos rockeros están de moda en la liga.

Puntos fuertes y debilidades

A diferencia de los Clippers, los Jazz son un equipo que se basa en su defensa. Todo pasa por detener al equipo rival. Puede que no sean los mejores a la hora de robar balones o de taponar tiros pero sí que son los mejores a la hora de afectar esos tiros y meterse en la cabeza de sus rivales. Con 96.8 puntos, son el equipo que menos puntos permite anotar a sus rivales y se colocan como el tercer conjunto con un mejor defensive rating de la liga. Por si fuera poco, son el segundo equipo que permite un menor porcentaje de acierto a sus rivales. Sin lugar a duda, sus esperanzas corren a cargo de su defensa pero, como suele decirse “el ataque gana partidos, la defensa gana campeonatos.”

Uno de sus mayores problemas a la hora de enfrentarse a los Clippers en un serie de playoffs puede ser la compenetración de sus jugadores. La alineación de cinco jugadores que más ha sido utilizada por parte de los de Utah ha sido el quinteto Favors-Gobert-Hayward-Hill-Hood, que ha disputado 152 minutos juntos en pista. A su vez, para que sirva de comparación, el quinteto mas utilizado de los Clippers, ha compartido pista durante 871 minutos. Otro de sus problemas puede llegar a ser la falta de herramientas ofensivas a su disposición. Y es que, junto a los tres jugadores ya mencionados, solo Rodney Hood supera la decena de puntos por partido.

Gorge Hill, Rudy Gobert (27) y Gordon Hayward (20), piezas fundamentales en el esquema de los Jazz. | Fotografía: (FOTO 3) Melissa Majchrzak/NBAE via Getty Images/Brent Asay
George Hill, Rudy Gobert (27) y Gordon Hayward (20), piezas fundamentales en el esquema de los Jazz. |
Fotografía: Melissa Majchrzak / NBAE via Getty Images / Brent Asay
4

La serie

La eliminatoria protagonizada por Jazz y Clippers es una de las más complicadas de la temporada y no hay una manera fácil de resumirla. Hay tanta igualdad pero tantos aspectos diferentes en el juego de ambos equipos que anticipar el vencedor parece trabajo de videntes.

La defensa de los Jazz será el primer aspecto principal de  la serie. Es cierto que fueron capaces de contener a los Clippers durante los tres partidos del año pero, justamente, no fueron capaces de vencer en ninguno de ellos. Mientras deben defender con uñas y dientes, los de Utah no pueden permitir perder su propio ritmo anotador si quieren tener alguna opción de eliminar a los angelinos.

Otra de los aspectos más importantes de la eliminatoria puede ser la forma y confianza de Gobert. Pese a haber sido siempre capaz de realizar partidos eficientes frente a los Clippers, el pívot francés fue capaz de ir soltándose conforme avanzó la temporada, tal y como pudo verse en el último encuentro entre ambos. Si Gobert puede imponerse a Jordan y hacer daño en la pintura, los Jazz tendrán mucho terreno ganado.

Por parte de los Clippers, será clave su habilidad de mantenerse competitivos sin DeAndre Jordan en pista. Si se llega al final de algún encuentro con el marcador ajustado, está claro que Jordan no podrá estar sobre el parqué, lo cual puede dar a los Jazz la oportunidad de atacar la pintura sin piedad alguna.

Chris Paul será el encargado de marcar las diferencias en cuanto a creación de juego se refiere. Está claro que los Clippers tienen un filón en la posición de base y deben aprovecharla. CP3 es uno de los bases más experimentados de la liga y uno de los jugadores con una mejor inteligencia baloncestística del planeta. Eso, sumado a la falta de compenetración que pueden llegar a tener los Jazz, puede ser lo que incline la balanza hacia un costado o el otro.

Teniéndolo todo en cuenta, la serie no tiene un favorito definido, como ya podía verse a partir de los números y estadísticas más básicos. Pero sus diferencias, tanto en el juego como en sus maneras de entender el baloncesto y sus respectivos proyectos, pueden ser lo que hagan de esta eliminatoria, la más bonita de la primera ronda.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Santiago Arxé Carbona
Baloncesto, moticiclismo y fútbol. Ecribir y hablar sobre ello, mis grandes pasiones.