Los Celtics ya han hecho público lo que muchos comentaban ‘por lo bajini’. Su gran estrella, Isaiah Thomas, es baja definitiva para el resto de Playoffs por culpa de la lesión en la cadera derecha que tiene desde hace ya un tiempo.

Ni siquiera pudo saltar al campo en la segunda parte del último partido ante los Cavaliers de Lebron y compañía, un hecho que complica enormemente la proeza que se intenta cocinar en Boston. Si ya después de lo visto parece una auténtica quimera remontar a los Cavs, la lesión de su máxima estrella hace que el intentar ganar algún partido se antoje realmente difícil, muy complicado.

Lo malo es que la lesión no es reciente, pues arrastra estos problemas supuestamente desde el partido en el que los Celtics se enfrentaron a Minnesota a mediados de marzo, tal y como han comunicados desde el propio entorno del equipo. Tras aquel encuentro ya tuvo que hacer un leve parón y se perdió los dos siguientes encuentros, pero parece que ahora la lesión se ha agravado.

El mismo médico del club de Massachusetts lo confirmaba en unas declaraciones ante los medios: “Isaiah Thomas ha estado trabajando sin cesar desde la primera vez que sufrió este problema hace ya algún tiempo, pero todo ha empeoró tras los dos primeros partidos contra Cleveland, y para evitar una lesión todavía mayor no le podemos dejar competir este año".

El ‘4’, que no ha viajado con los suyos a Cleveland para el tercer partido de la serie, aún no tiene claro qué tratamiento va a seguir y la franquicia ha comunicado que dará más información sobre su tratamiento y recuperación cuando la cosa está algo más clara. Benjamin Wedro, doctor especialista en lesiones deportivas, afirma que una lesión como la que tiene Isaiah Thomas requiere cirugía laparoscópica y algunos meses de rehabilitación para su cura total.

De una forma que a nadie le gustaría hacerlo, Isaiah Thomas dice adiós a una campaña histórica para él, una de las mejores a nivel individual que se recuerda en Boston sin duda. Asentado como All-Star en Nueva Orleans hace unos meses y como mejor jugador de los Celtics durante todo el año, el base acabó promediando 28,9 puntos en temporada regular, la tercera mejor puntuación vista en una campaña en Boston desde la que lograsen en su día históricos como Larry Bird y John Havlicek.

Tema que parece totalmente zanjado ya en Boston, todo lo contrario a lo que le viene, que desde luego es para agarrarse. Pase lo que pase en estas finales de la Conferencia Este, el número uno del draft está en su poder y seguro que algún fichaje de renombre podrá llegar para el equipo, que el año que viene seguro tendrá un objetivo bastante claro: reforzarse hasta los dientes para volver a dar guerra en la Conferencia, sobretodo a los Cavs de Lebron y compañía, que hasta las Finales de la NBA están teniendo un recorrido cuanto menos ameno.