A lo largo de esta serie final por alzarse con el título, tanto Warriors como Cavaliers deberán dominar muchos aspectos del juego si quieren resultar campeones. Uno de esos aspectos, que para la mayoría de aficionados pasa desapercibido, será la disputa por la zona, por contradictorio que parezca.

Porque hablar de estos dos equipos es sinonimo del llamado small ball. Ese formato del juego en el que no hay un pívot puro y la versatilidad de posiciones es la que manda. Pero probablemente quien gane el enfrentamiento por la pintura y domine el rebote consiga el trofeo de campeón. 

La zona como modo de vida

O al menos, esto es lo que se le ha visto practicar a los Cavaliers durante todos los Playoffs. En Cleveland se han dedicado a cargar la zona en ataque a todos sus rivales hasta ahora, ya sea para castigar con puntos directamente o para, con el foco defensivo puesto ahí, anotar desde el exterior con el tiro de tres puntos. 

LeBron James es la principal arma para desequilibrar, ya sea en el poste medio o bajo. Normalmente defendido por un exterior de menor tamaño que él, es un generador de ventajas instantáneo. Tanto contra los Raptors como especialmente ante los Celtics, James ha sumado muchos puntos desde debajo del aro, sin prácticamente necesidad de utilizar su tiro exterior. Limitarle a que sume desde fuera no será tarea fácil para un Andre Iguodala que no llegará en plenas condiciones a la final.

El otro hombre a seguir por parte de los de Ohio es Kevin Love. El alero es buscado continuamente en los inicios de partido en situaciones al poste, buscando que pueda sumar fácil y rápidamente para meterse en el encuentro. Su ya clasico tiro sobre reverso suele acabar en dos puntos muchas veces, así que los Warriors tendrán que arriesgar con su marcador, presumiblemente Draymond Green. Gran pasador, no tiene problemas en forzar al máximo las situaciones para finalmente acabar asistiendo a un compañero.

Tristan Thompson, el rey del rebote ofensivo

Ya fue uno de los factores clave en las anteriores finales y podría repetir en estas. Los Cavaliers tienen en Tristan Thompson a uno de sus valores más seguros y determinantes. Cuando la franquicia decidió ofrecerle un multimillonario contrato en octubre del 2015 -algo más de $82M en cinco años- hubo ciertas voces que dudaron de que esa fuera una buena decisión debido a que era un jugador casi sin recursos ofensivos e incluso se dijo que tal cantidad de dinero era consecuencia de su amistad con LeBron. 

Thompson es una garantía en el rebote. | Foto: USA Today
Thompson es una garantía en el rebote. | Foto: USA Today

Pues bien, Tristan ha demostrado, año y medio después, que vale hasta el último dólar de ese contrato. El canadiense se ha exhibido como un ancla defensiva gracias a su capacidad para defender a jugadores exteriores y su poder en la zona, además de añadir 4.5 capturas ofensivas por encuentro, las cuales son esenciales para el día a día del equipo dando un sinfín de bolas extras al conjunto de Tyronn Lue. Pero todavía gana más peso si ese número de rebotes se reproduce en la serie ante los Warriors, ya que además de tener más ataques a su disposición, también evitaría que Curry y los suyos activaran su transición y juego rápido que tan bien saben manejar. 

Love (10.3), Thompson (9.7) y James (8) dominan los tableros de The Land a su merced, aglutinando más del 65% de los rebotes totales del equipo y seguir con dicha producción podría decantar la balanza en la final. 

¿Podrá la Death Lineup controlar el rebote?

Este será el principal reto táctico del equipo técnico de los Warriors durante esta eliminatoria. Presumiblemente, los minutos de la Death Lineup -ese formato en el que Draymond Green juega de referencia interior- subirán en la serie final, ya que trarán de utilizar a los cinco mejores jugadores del equipo el máximo tiempo posible. A pesar de ser la alineación más letal de los californianos, el principal defecto de esta es el rebote, que necesita de una implicación total en cuanto a lo defensivo y es prácticamente nulo en ataque (si bien es verdad que su nivel de acierto se lo permite).

Durant y Green son los máximos reboteadores de los Warriors. | Foto: USA Today
Durant y Green son los máximos reboteadores de los Warriors. | Foto: USA Today

No obstante, este año han añadido una pieza que les va a dar un plus en este aspecto: Kevin Durant. El alero ha sido el mejor reboteador de los suyos durante la fase regular y en Playoffs sólo está por detras del alma defensiva del equipo, Green. Además, su larga envergadura ofrece también “tamaño” al quinteto e intimidación en la pintura, algo de lo que adolecieron en las anteriores finales desde la lesión de Bogut

Pero si alguien tiene que mandar en la zona de los Warriors, ese es Draymond Green. El jefe de la defensa, además de contagiar a todos los compañeros gracias a su carisma y espiritu, tendrá que multiplicar su funciones y entregarse al máximo delante de rivales con más 'kilos' que él. Por el momento es un rol en el que se siente cómodo y que ha dado buenos resultados sobretodo en Playoffs, dónde ha promediado más de dos tapones por encuentro. 

JaVale McGee, centímetros para los Warriors

Con Zaza Pachulia tocado de un tobillo -fue baja en los dos últimos partidos ante San Antonio- los Warriors podrían contar con JaVale McGee desde el inicio. Y es que las veces que lo han hecho, no les ha ido nada mal. El díscolo pívot ha contado con varias actuaciones destacadas en esta postemporada, especialmente en el tercer partido de la serie ante los Spurs, donde se fue hasta los 16 puntos en apenas 13 minutos de juego. 

Centrado desde su llegada a la Bahía, dónde ha ido ganadose los minutos con el paso del tiempo, McGee posee una gran envergadura que podría ser determinante para el juego interior del equipo, además de tener unas habilidades físicas extraordinarias, pudiendo quedar emparejado incluso con jugadores más pequeños y rápidos que él. Su presencia en la cancha podría ser utilizado como factor sorpresa para ver como ajustan los Cavaliers.

Este es sólo uno de los múltiples aspectos del juego que se tienen que controlar para ser el mejor equipo de la NBA. Y es que el camino para Warriors o Cavaliers hacia el anillo, pasa por ganar la guerra en la pintura.