Se confirma la época de los superequipos. Por tercer año consecutivo las Finales de la NBA estarán protagonizadas por los Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors. Dos franquicias que han instaurado una tiranía en el Este y el Oeste, respectivamente.

Los de Ohio se han plantado en la batalla por el título con un balance de 12-1 en playoffs, mientras que los de Oakland lo han hecho con un inmaculado 12-0. Algo está pasando en la mejor liga del mundo, por mucho que Adam Silver no lo quiera ver o mire para otro lado.

La competitividad se ha perdido. La gran mayoría apostaba por esto y no se han equivocado. Han fulminado rivales con sobrada facilidad y solo unas grandes Finales podrían salvar la que, para muchos, es la peor postemporada de la historia.

LeBron buscará su cuarto anillo en su octava oportunidad | Foto: NBA.com/cavaliers
LeBron buscará su cuarto anillo, el segundo con los Cavs | Foto: NBA.com/cavaliers

Por tanto, ha llegado la hora de que aparezca el espectáculo. Para ello será necesario que las grandes estrellas den lo mejor de sí. Una responsabilidad que en el caso de los Cavaliers recaerá en su Big-Three y, tal vez, en algún que otro actor secundario inesperado.

LeBron James, el tirano del Este

La gran referencia de Cleveland y seguramente de la NBA. El natural de Ohio es un ganador nato y quiere repetir para su ciudad natal. El anillo logrado en la pasada edición fue, posiblemente, el más especial de los tres que acumula, puesto que fue el primero con los Cavs.

Como suele hacer, ha reservado algo de fuerzas a lo largo de la regular season, donde su equipo sufrió algo más de lo esperado y acabó como segundo clasificado de la Conferencia Este, por detrás de los Celtics. Un resultado que no invitaba al optimismo pero que, una vez en los playoffs, ha quedado claro que era un espejismo fruto de una relajación un tanto excesiva.

A la hora de la verdad ha aparecido el mejor LeBron y los mejores Cavaliers. Sus números en postemporada asustan: 32'5 puntos, 8'0 rebotes, 7'0 asistencias, 2'2 robos y 1'4 tapones. Una prueba más de que, si quisiera, podría llevarse el MVP de la temporada año tras año.

El debate de quién es mejor está más disputado que nunca | Foto: Twitter NBA
El debate de quién es mejor está más disputado que nunca | Foto: Twitter NBA

Y es que va a disputar sus séptimas Finales consecutivas, algo que no había hecho nadie y logro que, por cierto, comparte con su compañero James Jones, que le ha seguido desde su etapa en Miami. Además, también ha conseguido hitos en el apartado más individual, superando a Michael Jordan como el máximo anotador de la historia de los playoffs. De leyenda.

Él es consciente de que es la gran baza de su equipo. Sin él los Cavaliers son incapaces de ganar a cualquiera, y mucho menos a unos Warriors en los que ahora está Kevin Durant. Todos tienen todavía en la retina su taponazo a Iguodala, una jugada que vale como símbolo para reconocer, por enésima vez, quién es El Rey.

Kyrie Irving y su 'crossover'

Uncle Drew ha madurado a pasos agigantados en los últimos tres años. Su actuación clave para la consecución del anillo le consagró como uno de los mejores bases de la NBA y, como no, como el mejor rompetobillos.

Imparable en el uno contra uno, dejó helado al Oracle Arena con un triplazo para el recuerdo frente a Stephen Curry. Su mejor versión se ha hecho esperar en las presentes eliminatorias por el título. Sin embargo, ha llegado en plena forma endosando 42 puntos a los Celtics en el cuarto partido de la serie.

Con un manejo de balón y unos recursos ofensivos inagotables, la llegada de LeBron le descargó de gran parte de la función de organizador. Esto liberó al mejor Irving de una tarea por la que fue criticado en repetidas ocasiones y, desde entonces, no ha hecho otra cosa más que asombrar al mundo del baloncesto.

Su duelo con Curry pinta maravilloso, al igual que lo fue en las pasadas Finales. Dos bases que escapan al arquetipo de pasador para ser unas máquinas de anotar. Kyrie es tal vez el mayor talento puro (sin contar potencia física) de los Cavaliers. Un asesino elegante que actúa a la sombra del '23'.

El Kevin Love de los Wolves

El tercero en discordia pero no por ello menos importante. El ex de Minnesota tuvo unos comienzos difíciles en Cleveland. Le costó adaptarse e integrarse en el famoso clan de LeBron. No obstante, esto ya forma parte del pasado y desde su segunda temporada la química con sus compañeros de equipo es ideal.

Más allá de su renqueante defensa, un aspecto en el que siempre ha fallado, Love domina en el apartado ofensivo. Es un especialista tanto en el perímetro como en el poste, donde deberá hacer valer su superioridad en centímetros ante Draymond Green, uno de los mejores defensores de la liga.

Love deberá dominar en la pintura | Foto: NBA.com/cavaliers
Love deberá dominar en la pintura | Foto: NBA.com/cavaliers

Su emparejamiento con el polémico jugador de los Warriors será decisivo. Pero no tanto por lo que pueda hacer el de UCLA en ataque, sino por qué ajustes tiene pensados Tyronn Lue para que no sufra en un duelo que le obligará a salir de la zona a la hora de cerrar el aro.

En esas condiciones el '0' de los Cavs es débil. Por tanto, se le requerirá una concentración defensiva absoluta para evitar mayores complicaciones. Mientras, en ataque tratará hacer lo de siempre con sus números de siempre. Podría salir fuera para lanzar de tres, pero puede que sea más recomendable que explote el punto más débil (o menos fuerte) de su rival, que es la zona.

El papel de los secundarios

Posiblemente con un Big-Three no sea suficiente. Los Cavaliers poseen la plantilla más cara de la historia pero, por contra, los Warriors juegan con cuatro superestrellas, algo que les otorga ventaja en ese aspecto.

LeBron se emparejará con KD, Irving con Curry y Love con Dray, pero... ¿Quién iguala fuerzas con Klay? Junto a las tres estrellas comparten titularidad Tristan Thompson y JR Smith y, aparte, cuentan con un banquillo plagado de talento: Deron Williams, Kyle Korver, Richard Jefferson, Iman Shumpert, Channing Frye y Derrick Williams.

Una larga lista de candidatos de la que se espera que salga un cuarto refuerzo de nivel. Su rival ha perdido, respecto a otros años, algo de fondo de armario y es por ello que deben intentar aprovechar esta condición.

Un banquillo de lujo y del que se espera mucho más | Foto: NBA.com/cavaliers vía Getty Images
Un banquillo de lujo y del que se espera mucho más | Foto: NBA.com/cavaliers vía Getty Images

JR Smith ha sido el escolta titular a lo largo de los playoffs. Sin embargo, su rendimiento ha estado muy por debajo de lo esperado (6'6 puntos) y su defensa inconsistente podría mandarle al banquillo en favor de Iman Shumpert, mejor capacitado para parar a un Klay Thompson que llega en su peor momento pero que, aun así, sigue siendo una amenaza.

Sin embargo, la solución podría pasar por explotar la zona con Tristan Thompson. El pívot ha sabido responder a las mil maravillas cuando se le ha necesitado y ante una defensa interior floja ha demostrado que está capacitado para hacer mella, tal y como hizo ante Horford y los Celtics.

Además, se espera que el banquillo empiece a responder como es debido. A lo largo de la postemporada los de Ohio han sido el Big-Three y poco más. Para ganar el anillo será necesario que los secundarios aparezcan y más cuando los de Golden State se plantan como ligeros favoritos. La batalla promete y un 'Game 7' no estaría de más para cerrar con broche de oro unos playoffs muy sosos.

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Sobre el autor
Josep Falagán
Periodismo UCM. Redactor en NBA VAVEL.