Como actuales campeones y uno de los favoritos al título, los Cavaliers han sido uno de los equipos analizados más de cerca durante la temporada. En Cleveland todo se mira con lupa y se magnifica a niveles extraordinarios.

Empezaron la campaña tal y como se esperaba de ellos, ganando 26 de los primeros 33 partidos que disputaron. Pero poco duró su alegría. Poco a poco, empezaron a aparecer lesiones, problemas y dudas. Cleveland pasó de arrasar, a acabar la temporada con un mediocre balance de 25-24.

Con la puerta abierta

Las dudas comenzaban a aflorar en un equipo que no podía permitirse llegar así a el final de temporada. Más allá de los problemas de creación de juego o movimiento de balón que sufrían los Cavaliers, su mayor fisura se encontraba en la defensa.

Una de sus peores rachas tuvo lugar tras el All-Star Weekend. Mientras muchos equipos utilizan el parón para volver con más energía y realizar el último empujón de la temporada, los Cavaliers volvieron peor que nuca.

En los 27 partidos disputados después del fin de semana de las estrellas, Cleveland sufrió 15 derrotas y terminó la temporada dando una pésima imagen. Sus aficionados tenían más dudas que nunca, mientras a sus rivales se les hacía la boca agua con la idea de derrotarles.

En ese periodo final de la temporada, los Cavaliers fueron el segundo peor equipo en defensive rating. Cleveland era incapaz de cerrar la pintura, donde permitía una gran cantidad de  puntos. Lo peor era, sin embargo, que muchos de los tiros fallados por los rivales acababan en un rebote ofensivo y en demasiados puntos tras segunda oportunidad.

Los Cavaliers deberán darlo todo en defensa para frenar a los Warriors. | Fotografía: John W. McDonough / Sports Illustrated
J. R. Smith (5), Tristan Thompson (13) y LeBron James acorralan a
Stephen Curry (30) y Klay Thompson, durante las Finales de 2015.
| Fotografía: John W. McDonough / Sports Illustrated

Llegó la hora de la verdad

Si algo ha aprendido LeBron en su carrera es que lo único que importa es lo que pase en los playoffs. Los legados se definen en junio, con los campeonatos. Tanto él como los Cavs lo tienen claro. Nada de lo que pase durante la temporada regular importará al final del año.

Y es que, en cuanto llegaron los playoffs, los Cavaliers pulsaron el interruptor y apretaron los dientes. No es ningún secreto que Cleveland ha arrasado en el Este, perdiendo solamente un partido en su andadura hasta las Finales. Gran parte de este éxito se debe, justamente, al paso adelante que han dado en defensa.

Su defensive rating es siete puntos mejor en los playoffs de lo que lo fue durante la pésima racha final del equipo. De ser el segundo peor equipo de la liga durante ese periodo, a conseguir unos números que les habrían dejado entre los ocho mejores.

Por si fuese poco, han pasado de permitir 13.7 puntos por partido en segundas oportunidades (14.3 tras el fin de semana del All-Star) a encajar solamente 11.6 en los playoffs. Todos estos números les permiten dejar a sus rivales en seis puntos menos por partido en la post temporada que en el final de la liga reglar.

Sus números han mejorado de manera increíble, pero también lo han hecho sus sensaciones. Rotan mucho mejor cuando es necesario y están dispuestos a ayudar en todas las jugadas ofensivas del rival. Todo el mundo está atento a los cambios defensivos y los resultados saltan a la vista.

Si Cleveland quiere plantar cara y derrotar a los Warriors, deben presentar su mejor versión en estas Finales y, al igual que su juego ofensivo, su defensa será clave en el devenir del campeonato. Ambos equipos son unas máquinas ofensivas sin igual pero, como dice el dicho, la defensa gana campeonatos.