1:09 para finalizar el séptimo partido de las Finales de la NBA, la bola le llega a Irving, con un bloqueo de JR le permite emparejarse con Curry, endulza la bola la mueve y consigue el timing perfecto para anotar de tres la canasta que decidiría el anillo.

Día de Navidad, Quicken Loans Arena, uno arriba Warriors, Irving coge la bola, y esta vez ante la mirada de Klay Thompson, se dio la vuelta y anotó un precioso canastón que ponía uno arriba a los Cavaliers. Gracias a ello, los hombres de Tyron Lue se hicieron con la victoria en uno de los partidos más bonitos de la temporada, de nuevo el bueno de Kyrie volvió las andadas.

Uncle Drew llega en un muy buen momento de forma

Cuando las cosas se ponian complicadas y los Cavaliers estaban en 'apuros' en el cuarto partido, Kyrie Irving apareció al rescate de los Cavs. Con LeBron cargado de faltas y 16 abajo, Uncle Drew decidió el partido. En primer lugar, reduciendo la ventaja antes del descanso, y tras la reanudación, anotaría 21 puntos de los 40 que conseguirían los Cavs en ese cuarto para sentenciar un choque con un rumbo inesperado en los primeros 24 minutos.

El principal problema que puede tener Irving en estas finales reside en su tobillo. Cómo se pudo ver en el ya mencionado cuarto partido, Kyrie tuvo problemas en el tobillo izquierdo, que no le impedirían jugar el quinto partido, a pesar de estar jugando con dolor.

No siempre los focos se centran en este joven base de 25 años, pero en esta final, tanto su emparejamiento con Curry, cómo su posible enfrentamiento con Thompson a nivel ofensivo, pueden ser determinantes para la resolución del anillo. Si Uncle Drew brilla cómo está acostumbrado a hacer ante los Warriors y no tienen ningún tipo de problemas con las lesiones, el base puede ser el ejecutor perfecto que permita revalidar título a los Cavaliers.