No cabe duda de que todos esperaban una mayor competitividad. Sin embargo, los Golden State Warriors se han mostrado muy superiores a los Cleveland Cavaliers y, en esta ocasión, tendrán la opción de ganar su quinto anillo.
El panorama podría pintar bien distinto si no fuera por el parcial de 11-0 encajado por los de Ohio en los últimos minutos del 'Game 3'. Una debacle que dejó en nada los 39 puntos de LeBron James y los 38 de Kyrie Irving.
Kevin Durant se exhibió y enmudeció a un Quicken Loans Arena que no se lo podía creer: 3-0 para los de Oakland, que ya son el mejor equipo de la historia de los playoffs entre todas las grandes ligas de cualquier deporte en suelo norteamericano.
Los Cavaliers contra la historia
Las eliminatorias previas no han estado a la altura de otros años. Las Finales eran la esperanza, pero mucho tienen que cambiar los Cavs, y muy mal hacerlo los Warriors, para tratar de darle la vuelta a la situación, algo imposible hasta la fecha.
A lo largo de la historia de la postemporada en la NBA este resultado se ha dado en 126 ocasiones, dejando un balance de cero éxitos para el equipo que necesitaba obrar el milagro. Nadie duda de la magnífica plantilla que hay en Cleveland, aunque está claro que no están rindiendo al nivel esperado.
Para ello necesitarán lo mejor de su Big-Three y que los secundarios empiecen a dar la cara. JR Smith despertó en el tercer partido, pero Tristan Thompson sigue estando lejos de aquel pívot que dominó la zona en 2015 y 2016.
Además, la aportación de banquillo se reduce a lo que pueda sumar Kyle Korver y poco más. Algo indigno del roster más caro de la historia y por el que han tenido que pasarse 30 millones por encima del margen salarial.
El hambre de KD y los Warriors
Pero por mucho que a los Cavaliers les quede un gran margen de mejora, la realidad es que los Warriors parecen imparables. Con el mejor Stephen Curry que se ha visto en unos playoffs y con un Kevin Durant ansioso por ganar su anillo, las opciones de que sufran una debacle como la del año pasado (desperdiciaron un 3-1) son ínfimas.
Además cuentan con la resurrección de Klay Thompson. El escolta ha estado a un nivel muy bajo a lo largo de las rondas previas. No obstante, en el 'Game 2' ya dejó entrever que estaba de vuelta, algo que confirmó en la última cita con 30 puntos.
Todo esto se une a la intensidad de Draymond Green para formar un Big-Four que amenaza con tiranizar la liga. Son tres años consecutivos de 'GSW vs LeBron'. Pero esta vez todo pinta muy distinto, puesto que ni The King está siendo capaz de hacerles frente.
El anillo está ahí, a un solo paso. No conseguirlo supondría el mayor fracaso de la historia, pero a este nivel no parece que esto sea una opción. Van 15-0 en postemporada y cerrar como invictos les encumbraría para siempre y también, como no, a la figura de un KD al que le ha salido fenomenal la jugada.