Apenas se habían disputado cinco minutos de temporada y la NBA sufrió el primer revés del curso en forma de lesión. Gordon Hayward, refuerzo estrella de los Boston Celtics este verano, tuvo una mala caída en un intento de alley hoop y se fracturó la tibia de su pierna izquierda, además de dislocarse el tobillo. Sin duda, el peor inicio posible para el jugador, su equipo y la liga entera.

Las reacciones sobre el parquet fueron inmediatas, con jugadores de ambos bandos apartando la mirada de la acción e incluso se pudo ver a Wade arrodillado en el suelo. Todo hacía indicar que se había producido una lesión grave, tal y como así confirmaron posteriormente los médicos de la franquicia de Massachusetts. A falta de pruebas y confirmación oficial, las previsiones más optimistas hablan de un período de baja de cuatro meses, aunque no se descarta que el jugador pudiera perderse toda la temporada.

“Estaba haciendo un gran trabajo y se sentía bien, encarando su mejor semana, estaba confiado en que iba a jugar bien en su debut. Y ahora estamos todos deseándole una pronta recuperación. Es así de duro, pero es el riesgo de las lesiones” comentó sobre la tragedia sucedida el entrenador Brad Stevens.

Muchas fueron las visitas que tuvo Hayward en el vestuario, incluyendo a LeBron James, Dwayne Wade y el hombre que lo reclutó para los Celtics, Isaiah Thomas, quién se mostró especialmente emocionado. Por supuesto, la mayoría de jugadores de la liga enviaron sus deseos de recuperación al alero a través de las distintas redes sociales.

Grave pérdida para los Celtics

Hayward estaba llamado a ser una de las piezas angulares del proyecto, formando parte del nuevo big three de los Celtics, que encabeza Kyrie Irving y secunda Al Horford. El alero, que coincidió con Brad Stevens en la universidad de Butler, fue la gran apuesta de la franquicia este verano, firmando un contrato de cuatro años a razón total de 128 millones de dólares.

Procedente de los Utah Jazz, equipo en el que ha jugado durante sus siete temporadas en la NBA, Hayward aterrizó en Boston tras lograr el mejor año de su carrera, guiando a su equipo a los Playoffs y promediando 22 puntos, 5.5 rebotes y 3.5 asistencias por partido.

No obstante, y a pesar de lo que supone esta lesión para los esquemas del equipo, si hay algún conjunto en la liga que tenga miembros suficientes para sobreponerse a una baja de tal calibre, esos son los Celtics. Brown y Tatum, dos de las mayores promesas de la liga, deberán dar un paso adelante antes de tiempo para cubrir los huecos que dejará la ausencia de Hayward en la pista. Otra cosa muy distinta, será ver como reacciona el equipo mentalmente a esta pérdida. Una vez más, en Boston deberán tirar de corazón.

Y a corazón no les gana nadie.