El base de los Dallas Mavericks, Dennis Smith, ha sido apartado del equipo de cara al próximo partido contra los Houston Rockets. Antes del partido contra los Kings, se le detectó una hinchazón en la rodilla izquierda. La misma que se operó hace dos años. En 2015, se rompió el ligamento cruzado anterior. Otra gran consecuencia fue que se vio penalizado en las consideraciones para el Draft de 2017. Hace dos años, el jugador deslumbraba a los ojeadores de las franquicias NBA gracias a su gran capacidad atlética. Esta se vio afectada tras la rotura, aunque ahora se le presupone un brillante futuro por delante.

El viernes, durante el calentamiento matinal, empezó a notar molestias en su rodilla por lo que se decidió que no tomara parte del partido contra el equipo de Sacramento. Tras el encuentro que acabó en la segunda derrota del curso para los texanos por 93-88, Rick Carlisle declaró: “No tiene ningún sentido apresurarse y que juegue el partido de mañana”. También aclaró el problema quitándole además relevancia: “Ha tenido una pequeña inflamación durante el entrenamiento. Esto es un resultado de hacerse la operación del cruzado. Le ha mirado el doctor y creemos que estará bien”.

Esta breve baja se suma a la de los también exteriores Seth Curry y Devin Harris. El primero sufrió, antes del comienzo de la temporada regular, una reacción por estrés en su tibia izquierda, sin embargo, se espera que vuelva en pocas semanas. En el caso del antiguo All-Star, su ausencia no se debe a un problema físico sino emocional. Su hermano falleció el jueves en un accidente de tráfico. Esta temporada no hay muchas esperanzas puestas en luchar por ganar. La franquicia se va a centrar en desarrollar el juego de los jóvenes.