La era de los Bad Boys: los 80

Los años 70 y anteriores fueron una época muy mala para los Detroit Pistons, que contaban con plantillas carentes de estrellas y de juego en equipo. Durante estos años, se clasificaron únicamente cuatro veces para los playoffs, y solamente en una de estas ocasiones superó la primera ronda, cayendo ante Golden State Warriors en las Semifinales de Conferencia.

Fue a partir de la década de los 80, cuando la franquicia empezó a cambiar. El 1981, los Pistons seleccionaban en el Draft al que iba a ser uno de los mejores bases de la historia de la NBA y al que ha sido jugador franquicia del equipo, el base Isiah Thomas. Además, la siguiente temporada, el club incorporó a un jugador clave para aquellos Bad Boys, el pívot Bill Laimbeer, procedente de los Cleveland Cavaliers. Isiah Thomas era un jugador muy carismático, pero bajo esa sonrisa que dejaba recordar a aquel mítico “Magic Johnson”, se escondía un jugador muy duro. Tanto él como Laimbeer, eran dos jugadores que provenían de familias muy humildes, donde tenían que buscarse la vida para poder comer y sobrevivir en una ciudad muy problemática, cosa que les hizo madurar y tener una actitud ganadora.

En el Draft de 1985, tuvo lugar la incorporación de Joe Dumars, uno de los jugadores más importantes para la plantilla, un escolta que iba a ofrecer mucha intensidad en el juego y que fue elegido en la posición número 18.

A pesar de las incorporaciones, los Pistons cayeron en playoffs y fue a partir del 1987, cuando hubo un punto de inflexión en el equipo, un cambio de actitud de la directiva y de los jugadores, siendo estos mucho más agresivos y duros. Fue entonces donde empezaría a surgir la idea del nuevo mote de los Bad Boys. Además, en esta nueva etapa se unían jugadores como Adrian Dantley, John Salley y uno de los jugadores más reconocidos en el mundo del baloncesto, uno de los mejores defensores de la NBA, y el que fuera nombrado dos veces Mejor Defensor de la NBA y cinco veces en el Mejor Quinteto Defensivo, Dennis Rodman, elegido en la 27ª posición de la segunda ronda del Draft.

Después de perder en las Finales de Conferencia de 1987 ante los Boston Celtics de Larry Bird, los Pistons tomaron una actitud muy competitiva, llegando la siguiente campaña a las Finales de la NBA y consiguiendo el récord de victorias de la franquicia, con 54. En esas Finales, les esperaban unos Ángeles Lakers liderados por Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, título que acabo llevándose el equipo de California en el séptimo partido, después de un sexto encuentro muy polémico, que finalizaba con dos tiros libres de Abdul-Jabbar, por una posible falta de Bill Laimbeer sobre el mismo, y que en las repeticiones no mostraba contacto alguno. Ese fue un partido histórico para Isiah Thomas, que a pesar de la derrota, jugó toda la segunda parte con un tobillo lesionado, consiguiendo 43 puntos y 8 asistencias.

La temporada 1988-1989, se repitieron las Finales de la anterior temporada, que enfrentaban a Los Ángeles Lakers del Showtime con unos Detroit PIstons con ganas de revancha. En esta ocasión, los Pistons consiguieron barrer 0-4 a los californianos, ganando su primer anillo en la historia de la franquicia, con Joe Dumars como MVP de las Finales.

Joe Dumars se lleva el MVP de las Finales ante Los Ángeles Lakers.  Fotografía: NBA.com
Joe Dumars se lleva el MVP de las Finales ante Los Ángeles Lakers. Fotografía: NBA.com

La siguiente campaña, 1989-1990, los Pistons consiguen otro récord de victorias y llegaron a las Finales de Conferencia, enfrentándose a los Chicago Bulls del mismísimo Michael Jordan, donde el equipo liderado por Isiah Thomas consiguió clasificarse para las grandes Finales de la NBA, donde se iban a encontrar a los Portland Trail Blazers. Esa final fue muy importante para la franquicia, ya que iban a conseguir su segundo anillo consecutivo y fue el mismo Isiah Thomas, quien fue elegido MVP de las Finales.

Tras el segundo anillo consecutivo, los Pistons perdieron su esencia y la eficacia, cayendo eliminados en las Finales de Conferencia ante los Chicago Bulls, lo que conllevó a un periodo largo de transición, coincidiendo además, con las retiradas de Thomas y Laimbeer a mitad de la década de los 90. Aquí se iniciaba el final de una etapa histórica en la que un equipo con un estilo baloncestístico diferente y menos atractivo, pudo demostrar al mundo que podían ganar un título en la mejor liga del mundo.

La era continúa

Joe Dumars fue nombrado Presidente de Operaciones de los Detroit Pistons tras su retirada. A raíz de ese momento, la plantilla se fue reformando con la llegada del agente libre, Chauncey Billups, el fichaje de Richard Hamilton, y el traspaso de Grant Hill a cambio del que iba a ser nombrado cuatro veces Mejor Defensor de la liga, Ben Wallace. Los Pistons, despúes de más de 10 años, iban a llegar a las Finales de Conferencia en el año 2003, donde fueron barridos por New Jersey Nets.

Ben Wallace taponando a Kobe Bryant. Fotografía: Getty Images
Ben Wallace taponando a Kobe Bryant. Fotografía: Getty Images

La siguiente campaña, 2003-04, fue de gran importancia para la franquicia, ya que se incorporaba una de las piezas claves de estos nuevos Pistons, Rasheed Wallace. Ese mismo año, el equipo de Detroit volvía a jugar las Finales de la NBA y conseguían llevarse su tercer anillo ante unos Lakers liderados por Kobe Bryant, Shaquille O’neal y Gary Payton.

Los siguientes años iban a ser enfocados a la reconstrucción del equipo, y en noviembre de 2008, los Pistons se deshacen de Chauncey Billups, Antonio McDyess y Cheikh Samb a cambio del ya veterano Allen Iverson. Cinco años más tarde, los Pistons escogieron al que es actualmente uno de los pilares más importantes de la franquicia de MIchigan, el pívot Andre Drummond.

La actual temporada 2017-18 ha comenzado de forma muy óptima para los Detroit Pistons, con un balance de victorias de 10-3 a favor. La plantilla de los Pistons no es actualmente una de las más amplias de la liga pero es, sin duda, una de las franquicias que siempre se ha caracterizado por su carácter, su defensa y su dureza, y este año cuentan con jugadores como Reggie Jackson, Avery Bradley, Stanley Johnson, Tobias Harris, Andre Drummons y Reggie Bullock.

Nuevo estadio de los Pistons

Los míticos jugadores de los Bad Boys de la década de 90, fueron invitados este verano, a la despedida del The Palace of Auburn Hills, la que fue la sede de los Detroit Pistons durante 19 años, un lugar mágico y muy especial para los aficionados y sobretodo para aquellos jugadores que vivieron durante esa década. Fue en este lugar, donde los Pistons consiguieron ganar los dos primeros anillos de los tres que posee la franquicia: en 1989 y 1990. Además, consiguieron cinco títulos de conferencia y nueve títulos de división.

Los jugadores de los
Los jugadores de los Bad Boys en la despedida de su antiguo estadio. Fotografía: Getty Images

A pesar de su amplitud e historia, el pabellón se ubicaba a más de 40 km al norte del centro de la ciudad de Detroit, algo que era complicado para el equipo y que finalmente decieron dejar para la temporada 2017-18.

De esta manera, la franquicia de baloncesto del empresario Tom Gores, ponía fin a 29 años de la franquicia en The Palace of Auburn Hills, inaugurado en 1988 y se mudaba al centro de la ciudad, al nuevo Little Caesars Arena, un pabellón multiusos ubicado en la ciudad de Detroit, Míchigan, Estados Unidos, con capacidad para 21.000 espectadores.

Actualmente, el Little Caesars Arena, es la nueva sede de los Detroit Red Wings de la NHL y de los Detroit Pistons de la NBA, hecho que convertirá a Detroit en la única ciudad de Estados Unidos que tendrá a sus equipos de las cuatro grandes ligas profesionales jugando en su downtown.

The new Pistons logo

Durante el verano de este mismo año 2017, los Detroit Pistons anunciaron su nuevo logo para las próximas temporadas, una noticia sin previo aviso y que ha sorprendido positivamente a sus aficionados más nostálgicos.

Evolución del logotipo de los Detroit Pistons. Fotografía: @DetroitPistons
Evolución del logotipo de los Detroit Pistons. Fotografía: @DetroitPistons

Un diseño que recuerda a la década de los 80 y 90, y que sugiere la continuidad del cambio de imagen que han llevado a cabo equipos como Atlanta, Washington o Milwaukee, sin embargo, en el caso de los Pistons, supone la vuelta a la imagen del equipo de Detroit durante sus dos primeros triunfos. Los colores rojo, blanco y azul y el icono del balón de baloncesto siempre han estado presentes y han resistido a lo largo de los años en la franquicia, volviendo a surgir de nuevo en esta nueva etapa.

El nuevo diseño es una aleación entre aquel logo que reinó durante las dos décadas de los Bad Boys, y el que han usado hasta la última temporada.