El pivot estadounidense Dwight Howard cuajó esta pasada madrugada el mejor partido a nivel individual desde que comenzó la temporada. El jugador nacido en Atlanta, consiguió 20 puntos, con un espectacular registro en tiros de campo, 8/10, recogió 20 rebotes, 6 de ellos en ataque, y colocó cuatro tapones. Pero no es casualidad, y es que, Charlotte ha conseguido rescatar la mejor versión de Superman, que desde que fichara en 2012 por Los Angeles Lakers, parecía haber perdido su dominio bajo los aros.

Steve Clifford parece haber devuelto a Howard una segunda juventud. El pivot vuelve a sentirse importanrte y referente dentro de un equipo, algo que no pasaba desde que abandonó la franquicia de Orlando, en la que guió a su equipo a una final de la NBA en el año 2009. En su etapa en Lakers, no consiguió brillar en un equipo plagado de estrellas, Nash, Kobe, Pau...que nunca carburó. Tampoco consiguió hacerlo en Houston, donde durante las tres temporadas en las que estuvo, tuvo que vivir a la sombra de un imperial Harden. Mención aparte merece la temporada pasada, la cual parecía ser la crónica de una muerte anunciada.

En su vuelta a la ciudad que lo vio nacer no respondió a las espectativas, y a pesar de llevar de la mano de Millsap a su equipo a los playoffs, cayeron en primera ronda frente a los Wizards. Pero este año parece diferente. Dwight se siente importante, y se nota. Es junto a Kemba Walker el líder del equipo. Y a diferencia de lo que ocurriera el año pasada, donde tuvo que compartir la pintura con Paul Millsap, este año él es el auténtico amo y señor de la pintura. En las 7 victorias que lleva su equipo esta temporada, ha promediado casi 17 puntos y 14 rebotes, unos números cercanos a su mejor versión en Orlando en la temporada de la final, donde promedió 20.6 puntos y 13.8 rebotes.

Ojalá, por el bien de la liga, este inicio de temporada de Dwight Howard no sea un espejismo, y consiga mantener estos registros casi brillantes durante toda la temporada. Entonces sí podrá confirmarse: Superman ha vuelto.

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