Jahlil Okafor, quien pedía a gritos salir de Philadelphia 76ers, ha conseguido su cometido. El pívot nativo de Chicago y seleccionado en la tercera posición del Draft de 2015, se había quedado sin sitio en Philadelphia a causa del estrellato del por siempre lesionado Joel Embiid. Brett Brown ya no contaba con él y llevaba pidiendo salir desde la temporada pasada. Los deseos de su salida incrementaron cuando el equipo decidió no ejercer su función sobre el contrato de Okafor y se convertiría en agente libre durante el verano. Tras haber devaluado su precio hasta el suelo, los Nets han decidido hacerse con un pedazo de esa tarta y se lo han llevado a Brooklyn casi a precio cero.

En este traspaso, Nik Stauskas le acompañará hasta Nueva York, así como una segunda ronda de 2019 procedente de los Knicks. Philadelphia, por su parte, consigue al veterano Trevor Booker, que llega a un equipo donde le costará conseguir sus minutos a diferencia que en Brooklyn. Gran negocio para unos Nets que siguen dando pasos agigantados en su proceso de reconstrucción. Okafor mostró destellos de su potencial en su temporada de novato, cuando pudo realmente contar con minutos en la franquicia. Ahora le toca demostrar que no se ha olvidado de cómo se juega a esto e intentar hacerse con el puesto de Timofey Mozgov.

Para poder hacer hueco a Stauskas, los Nets decidieron cortar a Sean Kilpatrick. El escolta, que se hizo con su puesto en los Nets tras su paso por la G League, tendrá que volver a buscar equipo. Durante la presente temporada ha disputado 16 partidos con un promedio de 11,4 minutos cada noche. La amenaza de volver a la Liga de desarrollo siempre está presente.

Jahlil Okafor puede poner fin a su campaña de liberación. Buscará reencontrarse con la ilusión en una franquicia donde podrá compartir vestuario con la elección número dos de su mismo Draft, D’Angelo Russell, que fue traspasado a Brooklyn desde Los Angeles el pasado verano. Los Nets van acumulando talento joven e intentarán ver cómo funciona este nuevo proyecto que tiene como objetivo salir del barro y luchar por los Playoffs en un par de años.