Victor Oladipo ha terminado derrumbando el muro que separa a los buenos jugadores de los jugadores franquicia en la NBA. El curso pasado, el de Maryland no pasaba de ser un buen jugador de 16 puntos por partido que acompañaba a un líder como Westbrook en Oklahoma. Sin embargo, con el traspaso a Indianápolis junto a Domantas Sabonis a cambio de Paul George todo parece haber cambiado. Ha nacido una estrella.

Oladipo promedia esta temporada 24,5 puntos, 5,3 rebotes y 4 asistencias, números que parecen más que suficientes para que el shooting guard de los Pacers oposite a jugador más mejorado del año. Además, ya suenan cantos de sirena acerca de su inclusión en el All-Star Game.

Lo cierto es que Oladipo está regalando exhibición tras exhibición a todos los aficionados al baloncesto. La última se dio la pasada madrugada en Indiana, cuando sus Pacers derrotaron a los Nuggets 126-116 después de una brillante prórroga (parcial de 12-2). El número dos del draft de 2013 anotó 47 puntos, con un imponente 6 de 12 en triples.

La conversión de Victor Oladipo hacia jugador franquicia parece estar casi completa. El escolta lidera a su equipo en puntos por partido además de ofrecer buenas prestaciones tanto en rebotes como en asistencias. Los Pacers han encontrado en él la manera de llenar el hueco que dejaba el hijo pródigo Paul George tras su traspaso a OKC.

Los Indiana Pacers han confeccionado una sólida plantilla con un quinteto de nivel formado por Collison, Oladipo, Bogdanovic, Young y Turner, además de secundarios como Stephenson, Sabonis o Joseph. Esto les permitió comenzar la regular season como una de las sensaciones de la competición, pero no ha sido hasta que Oladipo se ha puesto el traje de superestrella cuando los Pacers se han afianzado seriamente en puestos de playoffs, quintos en el Este con un meritorio récord de 16 victorias y 11 derrotas.