Los New Orleans Pelicans se impusieron la pasada madrugada a los Chicago Bulls por 128-132, con una gran actuación del pívot DeMarcus Cousins, que promedió 44 puntos, 24 rebotes y diez asistencias. Mientras que su compañero de equipo en posiciones interiores, Anthony Davis, registró 34 puntos. La actuación de ambos sirvió para certificar una remontada de más de 17 puntos en los últimos cinco minutos de partido, que sirvió para alargar el mismo hasta dos prórrogas para que los Pelicans finalmente consiguieran la victoria.

"Ahora mismo solo me alegro de que todo haya terminado", señaló Cousins, a lo que ha añadió: "Creo que los Chicago Bulls también sienten lo mismo. No tengo fuerzas". A pesar de tener varios momentos de brillantez durante las dos prórrogas, el lenguaje corporal del pívot hacía entender que no le quedaban fuerzas para seguir jugando, aunque fue capaz de anotar un triple y dos tiros libres para su equipo a falta de ocho segundos para el final. 

El pívot ha declarado que "llevaba soñando con partidos como este desde que era un niño. Lo he visto perdido por momentos pero eso no ha sucedido gracias a grandes jugadas del equipo". A lo que ha agregó que "este partido marcará un antes y un después. Seremos capaces de conseguir nuestro objetivo a partir de esta gran actuación".

Al concluir el encuentro, Anthony Davis corrió hacia la posición de DeMarcus Cousins para abrazarlo efusivamente. El All-Star calificó la actuación de Boogie como "legendaria", a lo que agregó que "DeMarcus ha jugado con todo su corazón". Entre las asistencias del jugador, destacaron dos espectaculares alley-oops que colocó en bandeja para su compañero Anthony Davis.

Boogie Cousins se ha convertido en el primer jugador alto, desde el miembro del Salón de la Fama, Kareem Abdul-Jabbar, en presentar una hoja estadística de más de 40 puntos, 20 rebotes y diez asistencias en un partido.