Cuesta encontrar una estrella en la NBA que haya mostrado tanto crecimiento esta temporada como DeMar DeRozan. El escolta de los Raptors parecía haberse estancado la pasada temporada, tras firmar su millonaria renovación y su equipo había colapsado en Playoffs al punto de ser barridos por los Cavaliers. Sin embargo, algo cambió en él.

Esta temporada es sin duda la más completa de DeRozan a nivel profesional, porque ya no es solo un anotador compulsivo que abusa de aclarados y que agota las posesiones. Hoy se ha convertido en un jugador de equipo y es por ello que su titularidad en el All-Star no ha sido sorpresa para nadie, siendo su cuarta aparición en el juego y la segunda vez consecutiva que será parte del cinco inicial.

¿El mejor escolta de la liga?

Siempre teniendo en cuenta la posición dudosa de James Harden, por estilo de juego y por haber sido mucho tiempo base bajo las ordenes de Mike D’Antoni, DeRozan puede gozar del privilegio de ser el mejor escolta de la liga. Un hipotético debate incluiría a Klay Thompson, CJ McCollum o Bradley Beal pero el jugador formado en USC destaca siendo 2° en puntos, 3° en asistencias y dentro del top-20 de rebotes y robos dentro de los escoltas, además de liderar a un equipo que pelea el primer puesto del Este.

Mucho del éxito de DeRozan se debe a que ha cambiado su concepción del juego esta temporada. Es cierto que DeRozan ha bajado su promedio anotador en casi tres puntos con respecto a la temporada pasada. Sin embargo, lanza dos tiros menos por encuentro (de 20,9 a 18,3) y con mejores porcentajes (46,9%). Además, ha mejorado notablemente su tiro de tres puntos hasta subir del 26,6% a un respetable 33,5%, tirando el doble de triples que la campaña pasada.

Si esos datos no son suficientes, DeRozan reparte 1,3 asistencias más por encuentro, roba más balones, mete más tapones, pierde menos balones y muchas estadísticas avanzadas muestran el crecimiento del escolta. La continuidad de Dwyane Casey y la madurez de su conexión en pista con Kyle Lowry son dos de los pilares que le acompañan en su crecimiento.

El Rey del Norte

Como si no fuera poco, DeRozan sigue afirmándose como el mejor jugador de la historia de los Raptors, superando a Vince Carter y Chris Bosh. Ya es el máximo anotador, el jugador con más partidos, con más minutos disputados, el que convirtió más lanzamientos de campo y más tiros libres. Sin embargo, esta temporada también alcanzó la mayor anotación de un jugador de los Raptors en un partido, cuando se fue hasta los 52 puntos el 1 de enero ante los Bucks.

DeRozan se marcó el mejor partido de la historia de la NBA para un 1° de enero lanzando 17/29 de campo, 5/9 de triples, sin fallo en los 13 tiros libres y además cosechó cinco rebotes, ocho asistencias, un robo, un tapón y solo dos perdidas en 44 minutos, incluyendo varias acciones en los momentos finales que le valieron la victoria a su equipo por 131-127.

Así, los números de DeMar DeRozan hablan por sí solos. Ya no es solamente ese anotador empedernido que se lanza todo, sino que aprendió a seleccionar mejor sus tiros, a pasar el balón e incluso ha evolucionado hasta ser un buen defensor. Un jugador en constante crecimiento que, a base de trabajo, se ha ganado su lugar en la élite de la liga. Un verdadero All-Star.