Finalmente se confirma lo que Seth Curry no quería que sucediera, su lesión lo mantendrá alejado de las canchas toda la temporada 2017-18, algo que no se pensaba a principio de temporada cuando se le diagnosticó que solo estaría una semana de baja debido a su lesión en la tibia. 

El factor que ha dejado a Curry en el dique seco esta temporada ha sido esta lesión que presumiblemente parecía no ser grave. Tras más de tres meses sin poder disputar un partido, el equipo médico de la franquicia ha decidido que el mejor camino que debe tomar el escolta es pasar por quirófano.

Esta información ha sido sacada a la luz por ESPN que ya adelanta que no jugará esta campaña. Se espera que el tiempo de recuperación sea de unas 12 a 14 semanas. Ahora lo prioritario es su recuperación y que cuando regrese sea al máximo nivel.

No llega en el mejor momento esta lesión (si es que hubiese algún buen momento para lesionarse) ya que, a pesar de llegar recuperado para el inicio del mercado de agencia libre, en la que será agente restringido y, debe demostrar un buen estado físico para que los equipos confíen en él.

El inicio de la carrera de Curry fue el peor deseado ya que tan solo jugó cuatro partidos en sus dos primeras temporadas en la NBA. Después de esto, tanto en Sacramento como en Dallas ha dado un gran nivel, promediando en su última campaña 12'8 puntos, con un promedio de 45% en triples. Con esto, parecía que el hermano pequeño de Stephen Curry levantaba cabeza, pero de nuevo una lesión vuelve a frenarle.

Pese a esto, en Dallas ya piensan no en subir puestos sino en concentrar un proyecto de futuro en el que será, si no lo es ya, su jugador franquicia, Dennis Smith Jr, que por suerte o por desgracia ha sabido aprovechar las lesiones de sus compañeros y hacerse con el peso del equipo. 

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