Hay partidos, sobre todo a estas alturas de temporada, en los que uno de los dos equipos desearía ausentarse. Dadas las circunstancias, con la Liga prácticamente perdida y con la clara opción de luchar el próximo sábado por una Final Four europea, el Atlético de Madrid ha jugado hoy uno de esos partidos. Por supuesto, una vez que comienza el encuentro, todos los jugadores salen a ganar, pero la intensidad, el ritmo e incluso el ambiente notan la falta de importancia competitiva del partido.

Talant Dujshebaev, consciente de que el partido más importante de la temporada es el del próximo sábado, decidió reservar a algunos de sus jugadores más castigados como Aguinagalde, Kallman y Hombrados. Unido a las bajas por lesión de Sabanovic, Barachet, Gojun, Lazarov y Parrondo obligaba al Atlético a presentar un equipo de circunstancias ante un rival que le había empatado en el partido de ida. Las bajas de todos los zurdos excepto Masachs hizo que el equipo rojiblanco tuviera que jugar todo el partido con un diestro en el lateral derecho o con circulaciones de un primera línea a doble pivote. Muy bien le habría venido a Talant alguien como su hijo jugando en el lateral derecho. Y es que Dani Dujshebaev volvió a lucirse ante el equipo de su padre, terminando con 12 tantos de 16 lanzamientos y sentando cátedra en los pases al pivote. El cántabro dio un recital goleador anotando de todas las maneras: en penetración, desde la larga distancia, tras finta, desde el punto de penalti... Algunos con bastante fortuna, otros con gran calidad, pero sus lanzamientos fueron una tortura para Dahl y para Antonio Díez.

Pese a las bajas rojiblancas, la calidad de su extensa plantilla fue suficiente para manejar el partido e ir siempre por delante en el marcador. Álvaro Ferrer demostró que con minutos es uno de los mejores centrales de España y que aparte de mover al equipo es capaz de anotar muchos goles cuando el partido lo requiere. Cañellas, por su parte, siguió enseñando al mundo del balonmano el excelente momento de forma que atraviesa. Por el BM Aragón, que también tuvo que reponerse a las importantes bajas de Demetrio Lozano y Sergio Ruiz Casanova, los lanzamientos exteriores de Carlos Molina y los goles del habilidoso Víctor Vigo se unieron a los de Álex para conseguir acercarse en el marcador y terminar el partido a tres goles.

En los últimos dos minutos Talant dio entrada a dos jóvenes jugadores del equipo de 2ª Nacional, Eloy Rubio y Alfonso Majadas. A buen seguro que nunca olvidarán este día en el que debutaron en la mejor Liga del país, otrora mejor liga del mundo.