Hoy se disputaba uno de esos encuentros de los que gustan jugar. Un duelo por todo lo alto entre dos equipos que prácticamente se jugaban todas sus aspiraciones en esta temporada. Bien es cierto que en estos partidos puede pesar la responsabilidad, pero los sesenta minutos del encuentro se podían considerar como una auténtica final. 

Así, el Bidasoa llegaba a Huerta del Rey con la obligación de ganar. Los irundarras llegaban siendo colistas de la clasificación y una derrota les llevaba al abismo ya que en frente se encontraba el Cuatro Rayas, un conjunto que no pasa por sus mejores momentos lo que le está llevando a lidiar con los últimos puestos de la tabla, en este caso los penúltimos.

Comenzaba el encuentro y los irundarras golpearon primero. Con una salida en tromba, los de Bolea lograban situarse con un parcial de 0-3 que hacía temblar a la parroquia vallisoletana. Pero ahí estaba Fernando Hernández. Una segunda juventud es la que está viviendo el vallisoletano que se echó el equipo a las espaldas para dar caza al Bidasoa.

Junto a él, César Pérez. Hoy sí fue el día en el que Nacho González le dio desde el principio la alternativa al central. Hecho importante ya que la dirección de juego pucelana era mucho más fluida lo que provocaba mucha más facilidad a la hora de finalizar los ataques. Además, en la retaguardia, Yeray Lamariano empezaba a mostrarse muy seguro lo que empezaba a marcar una pequeña distancia en el marcador (8-5). Y todo esto después de ver como en el ecuador de la primera mitad, Peciña era expulsado con roja directa por una dura acción.

Fernando Bolea se vio en la obligación de detener el transcurso del partido viendo que el Cuatro Rayas estaba de dulce y lo consiguió. La igualdad volvió a entrar en escena y la alternancia de goles llevó a que al final de los treinta primeros minutos el Cuatro Rayas se fuese con una leve ventaja a los vestuarios (12-11).

En la reanudación, los irundarras parecían haberse quedado en el vestuario. Fernando Hernández seguía haciendo de las suyas y junto a Yeray Lamariano y una buena defensa, los vallisoletanos se distanciaban en el electrónico. Momento en el que Bolea tuvo que solicitar otro tiempo muerto aunque esta vez no iba a tener la misma efectividad que en la primera mitad.

En el ecuador de este acto el resultado ya era demoledor y aseguraba la victoria para el Cuatro Rayas con un 21-14 a favor. Poco más iba a plantar cara el Bidasoa. A los visitantes les pesó la responsabilidad y presión del partido y no aguantaron más. 

Así, Nacho González aprovechó la situación para dar entrada y minutos a David Fernández y Nico viendo que el partido ya no se le escapaba. Todo siguió su curso y a la finalización se llegó con un contundente 28-19. Con este resultado el Cuatro Rayas sale de los puestos de descenso a espera del resultado de mañana del Villa de Aranda mientras que el Bidasoa se hunde en la clasificación. 

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