El Villa de Aranda se jugaba buena parte de sus opciones de acabar en puestos europeos, teniendo además la oportunidad de distanciar al Cangas en cuatro puntos, pero el destino iba por otros derroteros. Las sensaciones eran buenas tras la victoria ante un rival de entidad como el Abanca Ademar y nada hacía presagiar el cómodo triunfo que se iba a llevar el Granollers de tierras arandinas, rubricando su gran estado de forma que le ha llevado a la final a cuatro de la EHF Cup. El Fraikin Granollers afrontaba un decisivo partido en lo que a priori se podía considerar una cancha difícil, frente a un equipo local que se había ganado a pulso un puesto entre la aristocracia de la liga y con una grada animosa y fiel de principio a fin. Nadie podría imaginar cómo se iba a desarrollar finalmente el partido.

Falta de intensidad

Comenzaba el partido con un defensa en el conjunto ribereño falta de intensidad, lo que unido a la efectividad vallesana, colocó un 0-3 de arranque, tardando los de Jacobo Cuétera más de dos minutos y medio en marcar su primer gol. Con el 1-4, el entrenador local pidió su primer tiempo muerto, intentando taponar la vía de agua que se comenzaba a abrir en la nave randina. Pero sin resultado. Pocos minutos después, tenía que pedir el segundo tiempo muerto: el Granollers ya se colocaba con un demoledor 1-6. La reacción seguía sin aparecer, y el pivote visitante Adria Figueras marcaba a su antojo, lo que unido al acierto del resto del equipo, especialmente un acertado Almeida, que rozaba el 50% de efectividad, llevaba la ventaja vallesana hasta un sorprendente 9-21 a dos minutos de acabar la primera parte y tras seis minutos por parte de los de Cuétara sin ser capaces de perforar el marco visitante. El partido se fue al descanso con un sorprendente 11-22 ante la mirada perpleja de la parroquia local.

Tímida reacción

No se sabe que les dijo Jacobo Cuétara a sus jugadores, de lo que no cabe duda es que salieron mucho más motivados que en la primera parte para, si no remontar el partido, al menos caer con dignidad. Y a fe que lo intentanton, imprimiendo un ritmo intenso al partido ya que en cuanto volvieron a la pista lo hicieron con un punto más de velocidad e intensidad que su rival,  imponiendo un parcial de 6-2  y reduciendo poco a poco la diferencia con el equipo catalán hasta llegar al minuto 12 de la segunda parte a colocarse a  tan solo cinco puntos por debajo con un esperanzador 19-24. La animosa grada llevaba en volandas al equipo y todo parecía posible. Pero la remontada se quedó ahí. Carlos Viver pidió en ese momento un tiempo muerto y recondujo la situación a su terreno. Un parcial de 2-0 a favor de los visitantes frenó las expectativas del Villa de Aranda, que ya no tuvo capacidad de reacción y acabó el partido en un intercambio de goles.

Europa en el punto de mira

Con este triunfo el Fraikin Granollers se consolida en la cuarta plaza y obliga a los arandinos a seguir luchando por un puesto  que veían en la palma de su mano, y que a falta de tres partidos, con rivales además de entidad, ve como se le puede difuminar el sueño europeo. La semana que viene, toca viajar a Logroño para medirse al Naturhouse e intentar quitarse el mal sabor de boca que les ha dejado este partido. Los vallesanos, por su parte, consolidan la cuarta plaza y se mantienen a dos puntos del Abanca Ademar.