Alemania y Polonia, encuadradas en el grupo B, se citaban en el primer partido de la segunda jornada de la fase de grupos del torneo de balonmano masculino de los Juegos de Río.

La vigente campeona de Europa llegaba como líder tras haber derrotado a Suecia (29-32) en su estreno en el tapiz del Future Arena, gracias al juego orquestal que practicaron, y en especial a la buena actuación de jugadores como el extremo Uwe Gensheimer y el lateral izquierdo Kuhn, que iniciaron el periplo de su selección con seis y siete tantos anotados, respectivamente.

La situación de Polonia era la opuesta: ocupaba la quinta posición clasificatoria, fuera de las plazas que dan el pase a los cuartos de final, al  no haber conseguido estrenar aún su casillero en el campeonato a causa de su derrota ante la anfitriona Brasil (32-34) tras ir a remolque todo el partido, pese a la buena actuación de Michal Daszek y Karol Bielecki.

Igualdad en el primer periodo

Las infracciones defensivas marcaron el comienzo del partido. Mientras que Gensheimer no falló desde los siete metros ante Wyszomirski, Wolff sacó a Karol Bielecki su primer penalti. Por el contrario, en sus siguientes intentos, el lateral izquierdo del Kielce no dio opción al guardameta alemán.

Los hombres dirigidos por Talant Dujshebaev demostraron haber estudiado concienzudamente a sus rivales, ya que su defensa no dejaba apenas “respirar” a los lanzadores de la selección del país vecino, intentando evitar que encararan a puerta. Con este cometido probaron diferentes tipos de formaciones defensivas a lo largo de la primera mitad: desde el 5-1, pasando por el 6:0 y el marcaje individual.

A los diez minutos de encuentro, Wolff aprovechaba la ausencia del meta polaco, ante la exclusión de Jachlewski y la incorporación de un jugador de campo al ataque, para anotar desde su portería y poner la primera diferencia (6-4). Sigurdsson volvió a dar entrada a Fabian Wiede en el lateral derecho en detrimento de Hafner. Esta incorporación fue clave, ya que el jugador del Füchse Berlín consiguió desenmarañar varias jugadas ofensivas problemáticas para su equipo durante el primer periodo por la presión de la defensa adversaria.

Mientras tanto, el ataque de la selección de Europa del Este era comandado por al lanzamiento exterior de sus "torres". Estos consiguieron devolver la igualdad al marcador gracias a los gazapos ofensivos teutones y a la eficiente conexión entre los primeras líneas y el pivote Syprzak (11-11, minuto 20).

Entonces entró Dissinger en el bando germano para sustituir en el lateral izquierdo a un Kuhn desaparecido hasta el momento, pero pocos minutos después se vería abocado a abandonar el terreno de juego tras ser expulsado por los colegiados españoles a causa de una acción sobre el pivote adversario.

Los germanos empezaban a buscar alternativas a su potente lanzamiento exterior, que no se encontraba en su mejor momento. Cuando el primer tiempo agonizaba, la figura de Wolff apareció para sacar varios balones a los lanzadores polacos. De esta manera, los hombres dirigidos por Dagur Sigurdsson lograron irse al descanso con dos goles de ventaja (16-14, minuto 30). De nada sirvió el tanto que Michal Jurecki anotó desde el centro del campo para recortar distancias, ya que los árbitros no lo dieron como válido por no entrar a tiempo.

La mala reanudación y la desconcentración condenan a Polonia

Los jugadores del cuadro centroeuropeo volvieron al parqué del Future Arena muy acertados. Comandados en la distribución del juego por los primeras líneas Martin Strobel y Paul Drux y por el extremo Uwe Gensheimer en el plano anotador, lograron tomar una renta de cinco goles que se antojaba como peligrosa para los intereses de su adversario (20-15, minuto 34).

El polaco Bielecki, máximo anotador con 10 goles

Los alemanes se vieron ayudados por la pérdida, en su vuelta al terreno de juego, de la contundencia defensiva que la selección de Europa del Este había exhibido en la primera mitad. Bielecki y Lijewski parecían ser los únicos capaces de batir a un Wolff que seguía en un buen momento. Ambos consiguieron mantener a su combinado en el encuentro hasta que sus compañeros lograron entornarse en el lanzamiento. Cuando esto se produjo, las huestes de Dujshebaev consiguieron un parcial de de 2-6 con el que volvieron a acercarse (22-21, minuto 44).

La selección germana respondió rápidamente con tres tantos consecutivos, dos de ellos en contraataque tras pérdida rival, con los que intentó volver a poner tierra de por medio (25-21, minuto 47).

En los minutos siguientes, los porteros prácticamente desaparecieron del partido. A excepción de algunas jugadas en las que se consumaron varias pérdidas de balón, ambos cuadros se mostraron certeros en ataque, de manera que la renta alemana se mantenía en un intervalo comprendido entre los tres y cinco tantos.

Kuhn se mostraba entonces imparable de cara a puerta, mientras que en el combinado polaco los tantos se repartían, mientras que Bielecki continuaba engrosando sus estadísticas con su potente lanzamiento exterior. También lograban sacar partido de las ausencias de Wolff cuando Alemania jugaba con siete jugadores en ataque, armando rápidos contraataques y disparos certeros desde su propio campo a portería vacía (31-28, minuto 58).

Pese a la leve diferencia con la que ambos conjuntos encaraban el final de partido, la dinámica que había tomado el encuentro y que llevaba el combinado teutón daba pocas esperanzas acerca de una posible reacción polaca, circunstancia que se confirmó finalmente. De esta manera, la selección alemana se mantiene líder del grupo B gracias a sus dos victorias, mientras que Polonia cae a la última posición. En la próxima jornada se verán las caras con Brasil y Egipto, respectivamente.