Comentabamos en la previa de este encuentro que ambos equipos tenían muchas similitudes y que ambos luchan, con otros muchos equipos, en esa liga por evitar el descenso y conseguir la mejor clasificación posible en la que este año, más que nunca, se podrían contar equipos con los dedos de las dos manos buscando el mismo objetivo debido a la igualdad que demuestra la tabla clasificatoria.

Si en la jornada anterior fue Bidasoa Irún el que tiró de épica ante su fiel afición en el mítico Artaleku para conseguir un valioso empate ante un Puerto Sagunto que no aprovechó los 7 goles a favor que llegó a tener a favor para sentenciar el encuentro, en esta ocasión le tocaba al AX AVIA Puente Genil realizar la machada cuando ni los más óptimistas confiaban en que fuese posible remontar un 24-29 a menos de cinco minutos del final.

Ambos equipos demostraron que aún tienen muchas lagunas en fases del encuentro y que tienen que mejorar mucho en esta faceta ya que ni los de Puente Genil pueden jugar por fases y a tirones, ni los de Bidasoa pueden permitirse tirar por la borda en menos de cinco minutos el buen trabajo realizado durante todo el encuentro. Por que fue así, Bidasoa dejó un muy buen sabor de boca en el Miguel Salas, demostrando ser el mejor equipo hasta ahora de los que se han enfrentado los pontanos como locales. 

Primera mitad igualada (15-15)

Comenzó el partido con el típico intercambio de goles de tanteo para medir fuerzas y ver como se encuentra el rival. En esta primera fase prácticamente  todo lo que se tiraba a portería iba para adentro y se alternaban las acciones defensivas con ataques lentos y cambio de jugadores constantes llegando con esta dinámica al minuto 10 (6-5) con los locales por delante aunque fuese por la mínima.

A partir de ese momento Bidasoa se mostró mucho más efectivo y empezó a romper al partido endosando un claro 3-7 (min.20, 9-12) en los siguientes diez minutos fundamentados en el acierto ofensivo  del catalán NonóBorragán que aprovechaban constantemente los desajustes defensivos locales, que daban demasiadas facilidades para el lanzamiento desde los laterales. De Hita apenas podía hacer nada ante los cañonazos que recibía ante la falta de ayuda de sus compañeros.

Mientras, en  ataque los pontanos estaban totalmente atascados y faltos de ideas ante una dirección de juego por parte de Nacho Moya demasiado estática que hacía muy previsibles las jugadas ensayadas que se estrellaban una tras otra ante la defensa irundarra que no permitía concesión de lanzamientos claros y ayudaba constantemente a un Zubiria que se mostraba implacable en la portería visitante.

Una vez más, Marío Porras con su rápidez en la dirección de juego sirvió de revulsivo en la remontada local

Quino Soler pidió tiempo muerto en el minuto 19 para intentar dar un giro a la situación y cambió el sistema defensivo a un 5-1 presionante sobre el central Lancina y sacó a Mario Porras para intentar dar más brío y velocidad en la faceta ofensiva, también cambió la portería con Oliva como protagonista.

Una vez más, y ya son muchas, el central algecireño resultó decisivo en la remontada ya que imprimió caracter y rapidez a las jugadas y poco a poco Curro Muñoz fue fijando al central guipuzcoano consiguiendo frenar el impetú goleador visitante, también gracias a que la defensa local se puso el mono de faena imprimiendo caracter a las acciones defensivas y buscando más el contacto y las acciones adelantadas. Empezaron a aparecer Rudovic y Josic como estiletes para recortar las diferencias y acabar la primera mitad con empate a 15. 

Foto: CB Puente Genil
Foto: CB Puente Genil

Bidasoa deja escapar un punto

La afición local confiaba con que el cambio de tendencia vivido en el final de la primera parte sería suficiente para poder optar a conseguir los dos puntos, pero no fue así.

De nuevo tocaba ver como su equipo se estrellaba una y otra vez contra la aguerrida defensa amarilla mientras que los bidasotarras, mucho más serios en ataque, no daban opciones y empezaban a abrir brecha con un Lancina que con su 1'70 m. volvía loca a la defensa pontana y cuando no anotaba él, daba un pase claro de gol para que rematase cualquiera de sus compañeros que se mostraban igual de certeros ante la portería que defendía Oliva.

De esta forma iba transcurriendo la segunda parte y el 0-3 inicial (min.34, 15-18) se iba consolidando e incluso ampliando (min. 20, 22-26) sin que ya surtiera el efecto deseado el tiempo muerto solicitado por el míster malagueño en esa fase del partido para cambiar la tendencía negativa, ya que al intercambio de goles no permitía reducir ventaja alguna con un Dejanovic que lo paraba todo.

Así llegamos a los últimos mínutos del encuentro (min.22, 23-28) cuando el míster pontanés solicita tiempo muerto para quemar el último cartucho y darlo todo en la pista. Ordena doble mixta y presión en toda la pista. Marca Josic el 24-28 pero replica rapidamente Iker Serrano que coloca un 24-29 a falta de cinco minutos. Y es que a esas alturas ni los más optimistas apostarían con que el AX AVIA sacara algo de un encuentro dónde hasta ese momento se limitaba a remar contracorriente y ante un equipo que se mostraba mucho más sólido en todas las facetas del juego.

Fue entonces, y no antes, cuando de nuevo tiraron de épica y con unas gradas totalmente entregadas obraron el milagro de endosar un parcial de 6-1 en apenas 4 minutos y medio aprovechando el desconcierto visitante, la efectividad de Oliva que ahora sí podía aportar, los rápidos contraataques de Curro y Porras y, de nuevo tomando las riendas cuando más lo necesita el equipo, el mariscal Rudovic y el general Josic que se la jugaron con acciones espectaculares que culminaron con el gol del empate a 30 del montenegrino en el minuto 29 y 40 segundos.

Borragán no acertó con el 7 metros que hubiera dado la victoria a los vascos

Quedaban apenas 20 segundos y si, tenía que ser así, el árbitro pita acción de 7 metros a favor de Bidasoa cuando el marcador reflejaba 5 segundos para la finalización. Borragán asume la responsabilidad de dar por bueno el esfuerzo de su equipo con la mayor recompensa posible, la de los dos puntos, pero se le veía nervioso y una vez que el árbitro autorizó el lanzamiento no estuvo acertado y el bote con el que pretendía batir a Oliva resultó demasiado fuerte y salió por encima del larguero ante el delirio de la afición local y los jugadores pontanos que no daban crédito a lo sucedido. La remontada estaba hecha y al menos un punto en el casillero que visto lo visto sabe a gloria para la afición local.

Finalmente esto tenía que acabar así, tal y como iniciamos esta crónica. Máxima igualdad entre equipos que aún tienen que trabajar mucho para evitar lagunas en fases de los encuentros como las sufridas en los que llevan disputados y ser más regulares en todas las facetas del juego evitando jugar contra el reloj y los elementos. Las pájaras en esto del balonmano se pagan, aunque en este caso se repartieron los puntos y tan amigos.