Quince minutos malos le bastaron al Naturhouse La Rioja para echar por tierra todo el buen trabajo acumulado a lo largo del partido disputado contra el Nantes francés, donde perdió 25-31. El cansancio hizo mella en los jugadores, y los seis goles finales hacen casi imposible soñar con la remontada. El público, conocedor de que este podría ser el último partido de Champions en Logroño, se puso en pie en el último minuto y despidió a sus jugadores entre aplausos, agradeciendo la temporada en Europa del equipo.

El partido se desarrolló durante gran parte del tiempo marcado por la igualdad, con diferentes rentas para ambos equipos. Las dos defensas 6:0 y Gurutz Aginagalde y Dumoulin en portería hicieron que se  vieran pocos goles en los primeros minutos. Los visitantes comenzaron de manera errática, con muchas pérdidas, pero las contrarrestaron con una buena salida al contraataque. Gurbindo –figura del partido- volvió loca a la defensa franjivina, mientras el central Claire era quien ejecutaba los ataques.

Albert Rocas, de los mejores en el conjunto local. Foto: @NaturhouseRioja

La primera parte terminó con empate a 13, pero no estuvo exenta de polémica, cuando Albert Rocas anotó un gol legal, pero que los árbitros decidieron que no subiría al marcador al interpretar que estaba fuera de tiempo. En el descanso el Naturhouse recobró fuerzas y salió enchufado al campo. Jugaron los mejores minutos del partido, y permitían a la afición soñar con la victoria al endosar un parcial de 3-0 (19-16).

La diferencia seguía en los tres goles a favor de los locales (20-17), cuando el Nantes pidió tiempo muerto, con lo que respondieron con una parcial de 0-4, por lo que “Jota” también se vio obligado a parar el juego. El partido seguía siendo un intercambio de goles sin descanso, hasta que llegó el minuto 50.

En este momento, el Naturhouse se vino abajo, demasiado cansancio acumulado en los jugadores, que poco podían hacer. Los jugadores franjivinos comenzaron a defender peor y a precipitarse en defensa, lo que hizo que el Nantes aumentara su ventaja, y Jota intentara la desesperada jugando con siete jugadores en ataque, aunque sin éxito. En los segundos finales Gurbindo hizo su noveno gol, el que suponía el 25-31 final. El partido de vuelta queda visto para sentencia, aunque el público riojano despidió a los suyos con aplausos y ánimos para intentar conseguir la gesta.