El  Naturhouse La Rioja cosechó ayer un empate inesperado en casa del BM Benidorm, penúltimo clasificado de la Liga Asobal. Un empate (27-27), un punto, que sabe muy distinto a cada equipo. El Benidorm, cada vez más cerca del objetivo de salvar la categoría, ya nota el “efecto Zupo”, pues se mantiene invicto como local en los cuatro partidos que ha jugado. Por el contrario, al conjunto riojano no le vale de nada este empate, pues se aleja más aún del ABANCA Ademar de León, y por lo tanto, del objetivo de la segunda posición.

Los locales jugaron una extraordinaria segunda parte, que tuvo contra las cuerdas a los riojanos, donde incluso llegaron a ponerse cuatro goles por delante. La diferencia la marcaron Mijuskovic en portería, y Simonet y Corzo en ataque, quienes volvieron locos a los defensores del equipo visitante, que solo pudo apoyarse en Haniel Langaro, y en las apariciones de Albert Rocas en los momentos más peliagudos.

El partido comenzó de manera muy distinta a la de la segunda parte. El Naturhouse dominó los primeros compases del partido con una gran defensa, de la que solo pudo hacer frente Jiménez. Zupo pidió tiempo muerto para frenar la sangría (5-8), y sus jugadores respondieron con un parcial de 3-0, que obligó a Jota González a detener también el encuentro. Ángel Fernández jugando al contraataque, puso por delante otra vez al Naturhouse justo antes del descanso, al que llegaron los equipos con ventaja de dos goles para los visitantes (13-15).

Ya en la segunda parte, el Benidorm empezó a creerse que podría conseguir la machada y dejar los dos puntos en casa, en parte gracias a la sobresaliente actuación de su guardameta Mijuskovic. A los diez minutos consiguieron ponerse por delante por primera vez en todo el encuentro (19-18), después de que Corzo anotara un gol más. En este momento, el Naturhouse no encontraba la respuesta para revertir la situación. Para más inri, incluso desaprovecharon una doble superioridad numérica, cosechando un parcial en contra.

Después de estar más de seis minutos sin marcar un gol (22-18), Jota pidió tiempo muerto para intentar cambiar la dinámica de juego. Y así, sirviéndose de un par de errores de los locales empataron el partido a 23, a falta de nueve minutos para el final. Pero, otra vez se vinieron abajo, lo que supo aprovechar el Benidorm para llegar al último minuto con un gol de ventaja 27-26. Un gol de Imanol Garciandia puso el empate en el marcador, aunque, Simonet, con el tiempo ya cumplido, tuvo la oportunidad de anotar el gol de la victoria, pero Richard Kappelin lo evitó.