Al grito de “España, España”, con la ola en la grada y un equipo dominando en la pista. Así selló la selección española su billete a Croacia 2018, goleando a Austria en un partido que se rompió en los compases finales de la primera parte, teniendo un dominador claro gracias, nuevamente, al 5-1 a la hora de defender que volvió a romper los esquemas ofensivos del conjunto austriaco, permitiendo a los Hispanos remontar y alejarse de la misma forma que hicieron en Innsbruck esta misma semana.

Las dos caras del encuentro estuvieron marcadas por los cambios desde el banquillo local, que fue rotando para dar minutos a las caras nuevas de la elástica roja, que poco a poco fueron adaptándose al ritmo del equipo para vencer así a Austria, sobreponiéndose a la “pájara” inicial que permitió dar un pequeño susto a los aficionados leoneses.

Foto de Marco Prieto
Foto de Marco Prieto

Arranque flojo

Sin garra y sin sangre. Con la cabeza todavía en el vestuario. Así saltó España al azul de la pista leonesa. Un inicio que pareció revivir los fantasmas del encuentro de Innsbruck, que avisaban que el partido no sería tan fácil. Un partido que se complicaba a la contra, donde los centroeuropeos eran mortales, traduciendo en goles cada fallo de un impreciso ataque ibérico.

Como respuesta, pese a la tardanza, entraría Rodrigo Corrales, firmando un espectacular repertorio de paradas, deteniendo en una ventaja de dos goles favorable a los de Austria. Una ventaja que comenzó a menguar a medida que los Hispanos alcanzaban poco a poco su nivel óptimo de la mano de Cañellas, quien con su entrada aumentó el ritmo de juego local.

Con Balaguer muy efectivo y con Valero Rivera siempre tirando del carro, los españoles, que se habían visto por debajo durante los primeros 20 minutos de juego, castigados en todo momento por el poderoso disparo exterior del rival, pudieron dar la vuelta en el luminoso e irse al descanso con una renta de cuatro tantos con la entrada de Alex Dujshebaev, volviendo a poner la defensa de 5-1 que ya había funcionado en Innsbruck, acoplada a la perfección al repertorio de Corrales, para dejar sin gol en los últimos siete minutos de la primera mitad a los visitantes.

Foto de Marco Prieto
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Panzer español

Como si de un tanque se tratase, que no hay obstáculo que no pueda superar, así saltó España a la pista tras el paso por los vestuarios. De la misma manera que lo hizo Austria en su país hace unos días, los de Jordi Ribera salieron con fuerzas renovadas ante un equipo que tardó minutos en reaccionar. Gracias a esto, los Hispanos se alejaron aún más en el marcador. Con Julen Aginagalde en su versión más letal y con los jugadores enchufados, España se limitó a dar refresco a sus jugadores para mantener esta dinámica positiva durante el periodo más largo que le fuese posible

Para evitar que esto fuese a más, Austria lo intentó todo: desde poner defensa 5-1 a cambiar al tercer portero. Nada conseguía detener la sangría, que se sumaba a una atascada línea de ataque.

Los últimos minutos de partido se tradujeron en intercambio de goles provechoso para el combinado nacional, que se sabía ganadora del encuentro y matemáticamente clasificada para Croacia 2018. Esto provocó la fiesta en la grada, que disfrutaba viendo a su jugador (del Ademar León), Alex Costoya, disputando minutos con la elástica nacional en el día de su vigésimo cuarto cumpleaños. Un cumpleaños que se quedaría sin gol por culpa de un espectacular guardameta austriaco, que se lo negó hasta en cinco ocasiones.

Foto de Marco Prieto
Foto de Marco Prieto

Tras el encuentro, ovación para la plantilla al completo, con especial cariño al lateral del Ademar y a otros jugadores que pasaron por las filas del equipo leonés, quienes fueron asaltados por los niños en busca de una foto de recuerdo.

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