España ha hecho historia y lo ha hecho ante Francia, el eterno rival, el rival a batir. Desde 2006 no vencían los españoles a los franceses, y en la semifinal lo hicieron y de qué manera. España fue superior durante todo el encuentro, Francia parecía desganada, agotada o tal vez confiada y es que no fue la noche de los de Dinart. Rodrigo Corrales y Sterbik fueron la pesadilla francesa, mientras que la defensa hispana por momentos pareció inquebrantable.

La primera mitad completamente hispana

Ambas selecciones salieron igualadas desde el primer segundo. Los tantos se iban sucediendo entre ambos combinados, pero a partir de los nueve minutos los españoles fueron cobrando ventaja por las imprecisiones del rival y por el gran muro defensivo que levantó España.

Karabatic estaba desaparecido y anulado (tan sólo un gol en la primera mitad) mientras que Sorhaindo y Mahe iban tirando de la desconocida Francia.

Francia era la única selección que había logrado seis victorias y ninguna derrota, quizás por eso estaba confiada o no previó el asedio español. Con el 9-15 se llegaba al descanso.

Francia asusta, España sentencia en el segundo tiempo

La segunda parte comenzó como lo hizo la primera, con goles de ambos conjuntos. Karabatic anotaba dos nada más comenzar los segundos 30 minutos, pero fue lo único que aportó durante el resto del encuentro.

A partir de los diez minutos del segundo tiempo España pisó el acelerador y se puso con +9 sobre Francia gracias a un buen Entrerríos y a un efectivo Ferrán Solé desde los siete metros.

Pero no todo estaba hecho y Francia empezó a sacar orgullo para intentar frenar la enorme diferencia. Los hombres de Dinart comenzaron a reducir la diferencia hasta ponerse a tan sólo tres goles de España, motivada por las pérdidas de balón de España. Sin embargo fue un espejismo, pues los de Jordi Ribera comenzaron a demostrar por qué debían estar en la final; y es por la capacidad para pasar de 50 a 100 en cuestión de segundos y por la gran defensa que se pudo ver en el Arena Zagreb. Lejos quedaba la frágil defensa ante Eslovenia.

Sterbik fue el protagonista con tres paradas desde los siete metros, lo que provocó el aplauso de todo el pabellón. Regresaba por todo lo alto. El partido llegaba a su conclusión con el 23-27 y la alegría de los aficionados españoles congregados en el Arena Zagreb. Entrerríos recibía el MVP por el enorme partido que hizo. El capitán está en plena forma.

"Los Hispanos" celebraron el pase a la final con sus familias y con los aficionados, aún sin saber quién sería su rival en la final.

Aficionados españoles festejando el pase con Balaguer

Aficionados españoles festejando el pase con Balaguer

Rival para la Final

En el otro encuentro de semifinales que enfrentaba a Dinamarca y Suecia saltó la sorpresa nada más comenzar el encuentro. Suecia cobraba ventaja hasta ponerse con un margen de +5 sobre los daneses. La primera mitad acabó 14-16.

El segundo tiempo fue el más apasionante y Suecia partía con tres tantos de ventaja a falta de tres minutos, pero unos intensos miutos finales puso la igualada y forzó la prórroga.

En la prórroga poco pudo hacer Dinamarca. Palicka, enorme durante todo el encuentro, le borró la sonrisa al equipo danés. El encuentro acabó 34-35 y los suecos daban la campanada.

Finalmente será Suecia la rival de los españoles en la Final. España a priori parte como favorita, pero si algo se ha podido ver en esta Euro 2018 es que ninguna selección es favorita; y es que España no era favorita ante Francia y venció con un juego sobresaliente, haciendo historia y dejando un muy buen sabor de boca. Cuando todo parecía estar perdido tras la derrota ante Eslovenia, España resurgió.