El regreso de Andre "El hijo de Dios" Ward (27-0, 14 KO) había llegado. Pero era necesario averiguar en qué condiciones regresaba tras 14 meses alejados de los cuadriláteros. La pelea que en un inicio iba a ser por la pugna del título AMB, en posesión de Ward, dejó de ser así ya que su rival, Edwin ¨La Bomba" Rodríguez (24-1, 16KO), no cumplió con el peso pactado y convenido en las 168 libras. El combate dió comienzo con el primer tañido de campana.

Un primer asalto bastante sucio, donde el uso del clinch por parte de Rodríguez era una constante, ya que era incapaz de penetrar en la guardia de Ward. El uso del jab por parte de Andre Ward era suficiente para dominar a un Rodriguez que no ofrecía una técnica demasiado depurada.

El segundo asalto siguió con la misma melodía, demasiados agarrones y poco boxeo. Pero Jack Reiss, el referee de la contienda, ante la reiterada conducta de Rodríguez decidió advertirle bajo la amenza de restarle un punto si continuaba con esa actitud. El dominicano dejó de usar agarres y fue a partir de aquí donde Ward descargó sobre él toda su calidad, lanzándole combinaciones de hasta 4 golpes, repartidos entre cuerpo y cabeza, y torturándole con un jab que no era capaz de quitarselo de encima.

El tercer asalto fue un auténtico dominio de Ward, donde parecía más una sesión de sparring que una pelea titular. El porblema volvió a surgir de manos de Rodríguez, que volvió al uso de agarres y haciendo un combate poco vistoso.

Sería en el cuarto asalto, donde por fin se erradicaría esa actitud tan poco deportiva de Rodríguez.. Pasados pocos segundos del inicio del asalto, Rodriguez le aplicó una guillotina a Ward, que le impedía erguirse. Ante tal situación, el referee decidió intervenir poniendo tierra de por medio y una vez separados, Ward le lanzó un puñetazo a Rodriguez con el referee de por medio. Jack Reiss decreta tiempo muerto y adoptó una sanción poco habitual, decidió restar dos puntos a sendos boxeadores bajo la amenaza de un tercero y su consiguiente descalificación, si continuaban con esa actitud. Tras este hecho tan poco habitual, Ward arrolló y Rodriguez desapareció.

El resto de los asaltos siguió un mismo guión, un Andre Ward cada vez más confiado, haciendo mucho daño con su jab, sus combianciones de 3 y 4 golpes junto a una movilidad y reflejos abrumadores, usando las distancias a su antojo. Por contra, Edwin Rodriguez mostró un pobre boxeo, demasiado estático, lento,  carente de ideas y de reflejos haciendo de él, una diana gigante para Ward.

Se consumieron los 12 asaltos del combate y los veredictos de los jueces fueron los siguientes: 118-106, 117-107 y 116-108 a favor de Ward. Hay que tener en cuenta los 2 puntos menos que se le restaron a cada uno.

Andre Ward regresó y convenció de que sigue siendo el dominador que era antes de su paso por el quirófano y que su condición como mejor boxeador libra por libra, sigue intacta. La duda que se plantea ahora es quién será el siguiente y si hay alguien que pueda hacerle sombra.