La batalla británica no se hizo esperar. En el cuadrilátero se situaron los principales protagonistas, de un lado el campéon Carl Froch 'cobra' (32-2, 23 KO), natural de Nottingham que se disponía a defender nuevamente su título FIB y por primera vez el titulo AMB, tras arrebatarselo a Mikkel Kesler el pasado mes de mayo. En el otro lado, el joven londinense llamado a seguir los pasos del propio Froch, George Groves "The Saint" (19-1, 15 KO). Sin olvidarnos de John Foster, el referí de la contienda y tercero en discordia. Tras el primer tañido de campana, la batalla británica dió comienzo.

Carl Froch se mostraba confiado en los primeros compases, con la guardia baja y el uso del jab como moviento de ataque. George Groves, por su parte, esperaba con el puño cargado para lanzar misiles al campeón. Sumando las dos propuestas, el resultado que se obtuvo fue que Grooves cazó a Froch en una combinación de diecto de izquierdas y un cruzado de derechas, ambos impactado de lleno en la mandibula de Froch y su consiguiente derribo. Se reincorporó raudo para mostrar entereza pero Groves se lanzo de nuevo a por él y el sonido de la campana, detuvo lo que hubiera sido un derrota en el primer asalto.

El primer asalto, fue suficiente para observar que el aspitante Groves no se iba a conformar con otro resultado diferente a la victoria. Los asaltos se fueron sucediendo y los duros intercambios eran una constante, siendo Froch quien sufría la peor parte y un mayor castigo. Las cartulinas dejaban de manifiesto que Groves estaba sobrepasando al campeón, y éste se quedaba poco a poco sin tiempo de reacción. Sería en el sexto asalto, cuando Groves volvió a cazar a Froch, lanzándole una descarga de 5 golpes consecutivos que impactaron todos en el rostro de Froch y éste, los encajo con mucha frialdad e intento devolverle la mimas moneda pero sin conseguir la misma contundencia que había logrado su rival.

En el octavo asalto, Froch empezaba a desesperarse pues era sabedor que las puntuaciones no le eran favorables. Fruto de ello, fue salir como alma que lleva el diablo a por Groves, llegando a empujarlo fuera de las cuerdas, ayudado por su antebrazo, lo que le supuso una reprimenda de John Foster, referí de la contienda. El final de este octavo asalto fue un continuo toma y daca, haciendo que el Manchester Arena vibrase de emoción y una victoria por nocaut empezaba a impregnarse en el ambiente, aunque sin destino seleccionado.

La campana sonó y dio inicio a tan controvertido noveno asalto. Ninguno de los dos iba a dar el brazo a torcer, por lo que el duro intercambio de cuero volvio a surgir. Pero fue Froch quien pego con más contundencia, obligando a Groves a retroceder contra las cuerdas y recibiendo una serie de golpes consecutivos. Ante tal situación, Jonh Foster abrazo a George Groves dando por finalizada la batalla británica.

(foto: www.skysports.com

Esta decisión arbitral levantó mucha polémica. En primer lugar, era la primera vez que Groves se veía en serios apuros, por lo que la decisión se antojó algo precipitada. En segundo lugar, Groves había castigado mucho más a Froch en el primer asalto y no hubo detención alguna. En tercer y último lugar, Groves iba por encima en la puntuación de las cartulinas, el beneficio de la duda deberia haber sido concedido por John Foster.

Con o sin polémica, Carl Froch retuvo con ésta victoria sus coronas AMB y FIB, siendo lo más justo conceder una revancha para el joven George Groves.

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Sobre el autor
Daniel Areces
Natural de Grado (Asturias). Redactor en la sección de VAVEL Boxeo