El jueves 8 de julio se iba a disputar la undécima etapa del Tour de Francia. Una etapa corta, de 134 kilómetros, que discurriría entre Grenoble y Orcières-Merlette, atravesando los puertos de Laffrey y Noyer antes de alcanzar la meta, situada en la cima de Orcières-Merlette. Los días anteriores a esa etapa, Ocaña había ido poniendo a Merckx en serias dificultades en puertos como el Puy de Dôme o Porte, y había visto que el belga también era humano y había flaqueado.
La etapa iba a comenzar muy rápida, ya que el primer puerto del día, el de Laffrey, se encontraría situado en el kilómetro 13 de la etapa. Desde la salida, el equipo Kas tiraría a bloque, escapándose Fuente casi de salida. Ese fuerte ritmo de salida desarmaría por completo al equipo del belga Merckx, quien se vería sin el apoyo de sus compañeros casi desde la primera pedalada del día. Pero no iban a terminar ahí sus problemas.
Nada más comenzar ese primer puerto del día, en la primera rampa, Agostinho lanzará un potente ataque, siguiendo las instrucciones de su director Geminiani, que algo habría visto extraño en el pelotón para mandar a su pupilo atacar de forma tan tempranera. El primer corredor que salió a por el corredor portugués fue el español Ocaña, seguido por Van Impe y por el líder Zoetemelk. Rápidamente estos tres corredores formaron un terceto perseguidor que se entendió perfectamente y mantuvo controlado al bravo corredor portugués. Nadie más pudo alcanzar ese grupo. Gösta Pettersson lo intentó, pero no pudo contactar con el grupo cabecero, mientras que Merckx ni intentó moverse para neutralizar ese peligrosísimo movimiento. Fuente, por su parte, a pesar del ataque inicial, había hecho aguas y no se le volvería a ver ese día.
Merckx no pudo seguir el ataque que lanzó Agostinho, que fue secundado por Ocaña, Van Impe y el líder Zoetemelk
Eso era lo que Geminiani había visto, Merckx había flaqueado y quería eliminarle de la carrera. Era otro ciclismo. Que el belga no intentase contactar con los hombres de cabeza sin duda llenó de moral a los corredores que marchaban por delante de él, especialmente a Ocaña, quien ese día iba con una fuerza descomunal y casi no tuvo necesidad de que le diesen relevos en la persecución a Agostinho.

El primer corredor que coronó el puerto fue Agostinho. El hueco con el trio perseguidor era mínimo, y estos coronaron con apenas quince segundos de retraso. Petterssen sería el siguiente en coronar, cediendo un minuto más que el trío perseguidor. Merckx, por su parte, viajaría en un grupo con Guimard, Thévenet o Mortesen. El retraso de ese grupo en la cima sería de un minuto y medio con respecto al corredor portugués.
En el descenso y en el llano posterior al primer puerto de la jornada se formaron dos grupos diferentes, que formarían los dos frentes de batalla de la jornada. El primer grupo estaría formado por Ocaña, Zoetemelk, Van Impe y Agostinho, que había decidido levantar el pie y esperarlos. Por detrás, el otro frente de batalla sería el grupo formado por Merckx, que encabezaría la persecución al grupo que les precedía en la jornada.
El grupo cabecero marchó desde el momento de la neutralización al corredor cabeza de carrera con gran armonía, colaborando todos en aumentar la ventaja con respecto al grupo perseguidor. Tal era la armonía de los corredores que en el sprint de Pierre-Châtel la ventaja con el grupo de Merckx había aumentado hasta casi los dos minutos y medio. El sprint, por cierto, fue vencido por Ocaña, por delante de Zoetemelk.

Victoria en solitario de Ocaña

Pero la armonía entre los corredores no podía ser eterna, y marchar todos juntos hasta la meta, como se demostró en el segundo puerto del día, en el Col de Noyer. En los primeros kilómetros de dicho Col, Ocaña acelera el ritmo, buscando una hazaña imposible. Los que hasta ese momento habían sido sus compañeros de viaje, no son capaces de seguir el ritmo del corredor conquense. Quedaban más de 70 kilómetros para llegar a meta.
Palmo a palmo, metro a metro, Ocaña va abriendo más y más distancia con sus antiguos compañeros de aventuras. A mitad de puerto su ventaja con respecto a ese trío se sitúa sobre el minuto. Su locura poco a poco va tomando forma. El bueno de Luis va creciéndose con los kilómetros, mientras que los perseguidores se van desinflando muy alarmantemente, cediendo una distancia que ya será tan irrecuperable como para pensar que no puede haber otro ganador de etapa que no sea el corredor del equipo Bic.
En la cima de Noyer las diferencias ya serán alarmantes para los perseguidores. Ocaña será, evidentemente, el primer hombre en pasar por la cima del puerto. El trío formado por Van Impe, Zoetemelk y Agostinho, acumulará en la cima un retraso de prácticamente cuatro minutos. Mientras, el grupo que comanda Merckx en todo momento, coronará con un tiempo perdido de casi cinco minutos y medio con respecto a cabeza de carrera.

Desde ese momento, y hasta el final de la etapa, las diferencias a favor de Ocaña no hicieron sino aumentar. El último puerto, el de Merlette, supuso un paseo para el corredor español, que aumentó significativamente sus rentas al atravesar la línea de meta. Ocaña completó su hazaña en poco más de cuatro horas. El segundo corredor en atravesar la línea de meta sería el holandés Van Impe, que llegaría con una increible desventaja de 5 minutos y 52 segundos. Merckx, que a pesar de haber estado tirando en todo momento de su grupo, pudo ser el tercer corredor en atravesar la línea de meta, a tres segundos del corredor holandés, y a nada menos que 8 minutos y 42 segundos del corredor español..
Merckx: "Ocaña nos ha matado hoy a todos, como `el Cordobés´ mata a sus toros"
Luis Ocaña, aquel 8 de julio de 1971, completó una fuga heroica, bajo un sol incandescente. Además de haber realizado tan impresionante etapa, el español había hecho encajar a Merckx la primera gran derrota de su carrera. Sin embargo, a pesar de ese duro golpe, el corredor belga se negó a rendirse y, a pesar de lo que dijese en sus declaraciones, iba a pelear con todo con el fin de conseguir su tercera victoria en el Tour de Francia. El amarillo ya era suyo, y la ventaja tan tranquilizadora que París ya se podía atisbar al fondo del horizonte.
Tal fue la batalla que presentaron aquel día los corredores que 68 de ellos llegaron fuera del límite de tiempo, por lo que la organización se vio obligada a ampliar el fuera de control, pasando este del 12 al 15% del tiempo del ganador del día, para evitar que la carrera quedase hecha un solar. Esta medida, sin embargo, no pudo ayudar a Godefrot Walter, quien era el segundo clasificado en la clasificación de puntos al comenzar la jornada, e iba a tener que abandonar la carrera.

Abandono en el Col de Menté

Ocaña se situó desde ese momento como el estandarte anti-Merckx, el hombre que le había hecho doblar la rodilla en señal de derrota. Pero si algo tenía el campeón belga es que jamás se rendía. Podía estar herido, o incluso encontrarse moribundo, que él iba a morir matando. Y eso es lo que hizo desde que había sido derrotado en Merlette en aquel Tour. Atacó en el largo descenso de Orcières-Merlette hacia Marsella, y, en una etapa brutal para los corredores, consiguió recortar dos minutos al líder. En la contrarreloj del día siguiente también consiguió superar al español.
Ocaña se retiró después de ser atropellado por Zoetemelk, tras sufrir una caída en el peligroso descenso de Menté
Y como no, Merckx volvió a atacar en los Pirineos. Esta vez el ataque más importante del belga iba a tener lugar en el descenso del col de Menté, el cual, debido al granizo que estuvo cayendo durante toda la jornada, se había convertido en un arroyo de agua y barro. En ese ataque kamikaze de Merckx, Ocaña intenta seguir el ritmo del belga cuando, sin frenos, se cae en una curva a izquierdas. La caída no es grave y se levanta rápidamente, optando por cambiar la rueda con su comapñero Maurice de Muer, por precaución. Pero cuando se iba a reincorporar a la carretera, Zoetemelk, que también iba sin frenos, golpeó al español, dejándolo tirado en el suelo. En el Col del Portillon, el siguiente puerto de la jornada, miles de españoles esperarían el paso triunfal del flamante líder español por el puerto. Pero Ocaña jamás llegaría al Portillon. Había tenido que ser evacuado al hospital por la gravedad del atropello sufrido.
En la meta aquel día, Merckx se negó a ponerse el maillot amarillo, un amarillo que ya no abandonaría hasta París. "No, no me pertenece. Este Tour lo he perdido, no tengo nada que hacer, me vuelvo a casa". Sin embargo, a pesar de sus palabras, al día siguiente salió en dirección a Superbagnères, eso sí, sin vestir la preciada prenda amarilla, como muestra de respeto hacia el líder caido. "Habría preferido quedar segundo después de una dura batalla que ganar en estas condiciones. Será una victoria manchada para siempre". Y es que, en ese Tour de 1971, Ocaña había derrotado a Merckx. Eddy había encontrado en Luis a la horma de su zapato.

Clasificación 11ª etapa. Grenoble - Orcières Merlette.

1- Luis Ocaña (Bic) 4 horas 2 minutos 49 segundos

2- Lucien van Impe (Sonolor-Lejeune) 5´ 52´´

3- Eddy Merckx (Molteni) a 8´ 42´´

4- Joop Zoetemelk (Mars-Flandria) m.t.

5- Gösta Pettersson (Ferretti) m.t.

6- Bernard Thévenet (Peugeot-BP) m.t.

7- Bernard Labourdette (Bic) m.t.

8- Cyrille Guimard (Fagor-Mercier) a 8´ 45´´

9- Thomas Pettersson (Ferretti) m.t.

10- Joaquim Agostinho (Hoover-De Gribaldy) m.t.

Clasificación general.

1- Luis Ocaña (Bic) 58 horas 33 minutos

2- Joop Zoetemelk (Mars-Flandria) a 8´ 43´´

3- Lucien van Impe (Sonolor-Lejeune) a 9´ 20´´

4- Gösta Pettersson (Ferretti) a 9´ 26´´

5- Eddy Merckx (Molteni) a 9´ 46´´

6- Bernard Thévenet (Peugeot-BP) a 10´ 8´´

7- Leif Mortensen (Bic) a 13´ 22´´

8- Thomas Pettersson (Ferretti) a 14´ 50´´

9- Joaquim Agostinho (Hoover-De Gribaldy) a 20´ 31´´

10- Cyrille Guimard (Fagor-Mercier) a 21´ 35´´

Foto principal: cyclinghalloffame

Fotos 1 y 2: caminandotrasviejasbanderas.blogspot.com

VAVEL Logo
Sobre el autor
David Rodríguez
Soy un simple aficionado de casi todos los deportes y amante especialmente del ciclismo, del que me gusta ver y recordar etapas clásicas de las que ya no tienen lugar a día de hoy