Dos de los mejores sprinters de las últimas temporadas, los alemanes Marcel Kittel y John Degenkolb, se concentran en altitud en el CAR de Sierra Nevada. Las concentraciones y entrenamientos en altura son imprescindibles para los candidatos a ganar una gran vuelta, debido a que tal concentración incentiva la producción de glóbulos rojos, con lo que se obtienen mejoras considerables en la resistencia y en el rendimiento a la hora de subir los grandes puertos de montaña.

''El entrenamiento en altitud te da un plus, por eso vinimos el año pasado''

Sin embargo, no solo los que van a luchar por la clasificación general realizan estas concentraciones. Mattias Reck, entrenador del Giant-Shimano, explica que los beneficios del entrenamiento en altitud no solo hacen mejorar su rendimiento a los vueltómanos: ''Lo hicimos el año pasado por primera vez, y claramente funcionó, por eso hemos enviado a John y Marcel otra vez. La resistencia es tan importante como la velocidad, especialmente en el Tour, y el entrenamiento en altitud te da un plus, por eso vinimos el año pasado''. Las cuatro etapas del Tour de Francia ganadas por Kittel el pasado año confirmaron este beneficio.

''Para hacer un buen sprint tras 200 kilómetros, un sprinter necesita tener resistencia hasta el final'', decía el entrenador Mattias Reck, que además repetía como prueba el rendimiento del pasado Tour: ''Vimos el año pasado que en el sprint se obtiene un plus por el entrenamiento en altitud. Esa es la razón por la que empezamos el año pasado y por la que hemos vuelto este año''.

''Si tú fueras directamente desde la concentración en altitud a la mayor carrera, te faltaría ritmo de competición''

Sobre los plazos en que Degenkolb y Kittel realizan la concentración, Reck los establece con el ánimo de que sus máximos efectos se produzcan durante la primera semana de la ronda gala: ''Los efectos duran hasta la tercera semana, por lo que el plan era bajar de la altitud y obtener el efecto en la primera semana del Tour. Si tú fueras desde la altitud directamente a la carrera más grande, notarías la falta de ritmo de carrera en las piernas. Por ello combinamos entrenamiento y luego algunas carreras antes del Tour''.

Degenkolb y Kittel, a 2.320 metros sobre el nivel del mar

Degenkolb por su parte, declaraba que llevaba realizando entrenamientos en altura desde júnior, y que está contento de que Kittel y él los realicen juntos: ''Yo he estado preparando los grandes objetivos entrenando en altura desde que estaba en mis años de júnior, y sé que esto funciona bien para mí. Estar aquí con Marcel es una buena forma de esforzarnos un poco más''.

''Puedes sentir los efectos de la altitud, como que el aire es realmente seco. Hasta subir las escaleras es duro al empezar, pero, tras unos pocos días, puedes sentir cómo el cuerpo se adapta'', dice Kittel sobre el proceso progresivo de adaptación.

El Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sierra Nevada, cuya residencia para concentraciones en altura se inauguró en 2004 (el centro lo hizo en 1992), está situado a 2.320 kilómetros de altura. Degenkolb y Kittel lo notarán tanto al disputar los sprints masivos, como a la hora de resistir durante tres semanas  las duras etapas repletas de altos puertos de montaña para las que sus voluminosos cuerpos no son aptos. Este entrenamiento será esencial a la hora de llegar a los Campos Elíseos dentro de control y con fuerzas para disputar la última etapa.