Llegaba la septuagésima edición de la Vuelta a España con un recorrido similar al de los últimos años: finales en cotas imposibles, etapas de montaña y poca contrarreloj. La terrorífica etapa de Andorra, el tríptico cántabro-astur y al contrarreloj de Burgos eran las etapas claves de una carrera que comenzaba en la glamurosa Marbella.

Para disputar el maillot rojo acudía lo mejor del ciclismo actual, encabezado por el reciente vencedor del Tour de Francia, Chris Froome, hecho muy poco habitual en la ronda española. Para hacer frente al inglés, Nairo Quintana, Alejandro Valverde, Joaquim Rodriguez, Tejay Van Garderen, Rafal Majka, y el temible equipo Astana con Vincenzo Nibali, Fabio Aru y Mikel Landa. Solo quedaba la incógnita de quién era el líder del equipo kazajo.

Inicio polémico

Arrancaba la ronda hispana con la típica contrarreloj por equipos por todo el paseo marítimo marbellí. Sin embargo, parte del pavimento estaba compuesto de albero (tierra compactada) que hacía peligrar la integridad de los ciclistas. Tras varias reuniones, se decidió disputar la etapa pero sin computar los tiempos. La victoria fue para el equipo BMC y Peter Velits se enfundaba el primer maillot rojo.

La maniobra ilegal de Nibali le costó la descalificación

La siguiente etapa presentaba el primer final uphill en el Caminito del Rey, donde Esteban Chaves (Orica GreenEdge) se imponía y accedía al liderato. Sin embargo, lo más importante fue la descalificación de Vincenzo Nibali por agarrarse durante cientos de metros al coche del equipo. El siciliano se había visto afectado en una caída e intentaba contactar con el gran grupo a toda costa.

Tras un inicio convulso, la normalidad volvió a la ronda española. Peter Sagan se reivindicaba en Málaga, Alejandro Valverde ganaba en Vejer de la Frontera, el jovencísimo Caleb Ewan sorprendía en Alcalá de Guadaira y Esteban Chaves repetía éxito en la Sierra de Cazorla. A pesar de ser finales nerviosos la clasificación no sufrió grandes variaciones con el colombiano de Orica comandando la general.

Froome, del infierno al cielo

En la Alpujarra se vio la debilidad de Chris Froome. El líder de Sky cedió en los kilómetros finales dejándose unos 30 segundos con respecto a sus principales rivales donde Fabio Aru arañó algunos segundos.

Murcia fue la etapa mas accidentada de la Vuelta

Andalucía despidió a la Vuelta y se adentró en Murcia con una etapa sin aparente peligro pero que dejo graves consecuencias. Una caída masiva dejó fuera de la carrera a Dan Martin, Nacer Bouahnni, Tejay Van Garderen y el más afectado, Kris Boeckmans. El belga tuvo que ser evacuado al hospital para luego ser inducido al coma para evitar males mayores. Actualmente, el sprinter del Lotto-Soudal está recuperado y comienza a montar en bicicleta. Jesper Stuyen (Trek) venció en la capital murciana con el escafoides roto y al día siguiente no tomó la salida.

Sin tiempo de recuperación, la carrera se encaminó hacia el norte con parada en las Cumbres del Sol, una urbanización en Benichatell de rampas imposibles. Sobre estas rampas renació Chris Froome asestando un golpe psicológico a sus rivales y recuperó el tiempo perdido en La Alpujarra. Sin embargo, la victoria y el liderato fue para el holandés Tom Dumoulin (Giant-Alpecin). El de Giant sorprendía pero todavía no era una amenaza para la general.

Castellón ponía el punto y final al primer bloque de carrera con la victoria en el sprint de Kristian Sbaragli (MTN-Qhubeka). Se llegaba al primer día de descanso y traslado hacia Andorra, donde esperaba la catalogada etapa más dura de la historia de la Vuelta, 138 kilómetros, seis puertos de montaña y 5.000 metros de desnivel.

Andorra, cruel con el Tour

Froome y Quintana los más afectados en Andorra

En los primeros kilómetros se produjo una caída donde se vio involucrado Chris Froome. Lo que parecía algo sin importancia se convirtió una fractura en el pie. Por delante se formaba una fuga de calidad con Omar Fraile, en busca de los puntos de la montaña, y Mikel Landa, descartado para al general, como máximos exponentes.

En el último puerto Astana desencadeno la batalla. Mikel Landa se fue en solitario, obviando las órdenes de equipo, y Fabio Aru hizo lo propio en el pelotón. Solo Joaquim Rodríguez a cierta distancia pudo seguirle. Mientras por detrás, Movistar sufría y el líder Tom Dumoulin sobrevivía. Mas atrás Froome cedía casi ocho minutos, dando una autentica lección de pundonor. Abandonaría al día después. Fabio Aru era líder con cerca de 30 segundos sobre Purito y Tom Dumoulin. Valverde estaba a casi dos minutos y Quintana a mas de tres. La general se empezaba a clarificar.

Mikel Landa, vencedor en Andorra | Fuente: Vuelta a España

Dumoulin, principal favorito

La siguiente cita importante era el tríptico cántabro-astur. Antes dos etapas de transición donde el joven Danny Van Poppel (Trek) se llevaba el sprint de Lleida y Nelson Oliveira (Lampre-Merida) se imponía en Tarazona resolviendo con éxito la fuga.

Las tres etapas de la Cordillera Cantábrica no marcó diferencias. Alessandro de Marchi (BMC) venció en la Fuente del Chivo, Joaquim Rodriguez en Sotres y Franck Schleck (Trek) en la Ermita del Alba donde Omar Fraile sentenciaba la montaña.

Purito salía como líder con tan solo un segundo sobre Fabio Aru pero el verdadero vencedor era Tom Dumoulin, a menos de dos minutos del maillot rojo y contaba con la contrarreloj de Burgos a su favor.

En Burgos, Dumoulin no perdonó a sus rivales y se impuso con total claridad. Rodando a mas de 50 km/h, se colocó como líder pero la impresionante contrarreloj de Fabio Aru hacía que el sardo estuviera en la general a tan solo tres segundos. Por contra Joaquim cedió demasiado. La Vuelta era cosa de dos: Dumoulin o Aru.

El regreso del 'espíritu de Perico'

Quedaba la jornada de la sierra madrileña como última opción para Aru de arrebatarle el maillot rojo al holandés encomendándose a la cabalgada de Pedro Delgado en la Vuelta de 1985. Previamente, en Riaza se impuso Nicolas Roche y en Ávila hacia lo propio Alexis Gougeard, donde el líder atacaba en la zona amurallada para obtener tres segundos más de ventaja.

Navacarreda y Morcuera (dos veces) eran los escollos de Dumoulin hacia el éxito. En el segundo paso por Morcuera Mikel Landa endureció el ritmo del pelotón salvajemente hasta reducirlo a la mínima expresión. Fabio Aru soltó al holandés en el segundo intento. Dumoulin sufría, se quedó solo y hundido moralmente. Mientras por delante, Astana recogía a sus hombres de la escapada para aumentar la diferencia. La estrategia del equipo kazajo salió a la perfección.

La primera de Fabio Aru

En meta, un increíble Rubén Plaza culminaba la hazaña tras escaparse en solitario los últimos 100 kilómetros. Tras rebasar la línea de meta un emocionado Fabio Aru se convertía en vencedor de la ronda española. Un final digno a una excelente carrera.

Al día siguiente, Madrid homenajeaba a los supervivientes de la Vuelta y John Degenkolb ganaba el sprint final, salvando 'in extremis' su Vuelta.

Tres semanas de competición, más de 85 horas sobre la bicicleta, recorriendo 3.357 kilómetros Fabio Aru se coronaba como nuevo rey de la Vuelta. Gracias en gran medida a la fortaleza de su equipo, que supo recomponerse de la descalificación de Nibali y del trempano abandono de Paolo Tiralongo.

Joaquim Rodríguez y Rafal Majka apelaron a su regularidad para finalizar en segunda y tercera posición respectivamente. Mientras, el gran derrotado Tom Dumoulin, quedó sexto en la general pero con la sensación de que tiene una gran vuelta en sus piernas.

En las clasificaciones secundarias, Alejandro Valverde se llevó la regularidad, Omar Fraile la montaña y Movistar la clasificación por equipos.