Un checo, un belga y un holandés... no, no es el comienzo de un chiste, no. Se trata de la apuesta del equipo Etixx-Quick Step de cara a los Monumentos del pavé de este 2016: Tour de Flandes y París-Roubaix. Sin un líder claro y sin gozar con un favoritísimo entre sus filas, deberán lidiar y trabajar en  equipo para buscar su oportunidad entre los otros gallos que les han adelantado por la derecha, véase Cancellara, Van Avermaet, Sagan o Kristoff.

Con esta premisa parten nuestros protagonistas, Zdenek Stybar, Tom Boonen y Niki Terpstra. Ninguno ha cuajado una gran acercamiento a las citas mencionadas. Las primeras piedras no han sido demasiado positivas para estos ciclistas, pese a la victoria del neerlandés en una clásica, a priori menor, como Le Samyn.

La solidez de Stybar

Es por ello que Lefevre y los suyos deberán hacerse tres preguntas. La primera de ellas. ¿Tendrá Stybar la solidez que le falta para ganar un Monumento? Lo cierto es que al checo le falta eso, solidez. Siempre es candidato, gana de vez en cuando pero no entra entre los grandes favoritos para las clásicas más importantes, no acaba de dar ese paso definitivo hacia el triunfo en una gran carrera de un día.

Stybar celebra su triunfo en Tirreno-Adriático | Fuente: TDW Sport - Etixx-Quick Step.
Stybar celebra su triunfo en Tirreno-Adriático | Fuente: TDW Sport - Etixx-Quick Step.

A priori llega en forma, tras una gran Strade Bianche (acabó segundo) y su triunfo en la segunda etapa de Tirreno-Adriático. Pero hasta ahí. Ha estado muy lejos, lejísimos, en las clásicas de pavé que ha disputado (fue 15º en E3 Harelbeke y 46º en Gante-Wevelgem). Pero con un Monumento todo se arregla. En el pasado, sus mejores carreras las ha hecho en Roubaix, con un sexto, un quinto y un segundo puesto, logrado en 2015, año en que obtuvo sus mejores marcas primaverales. En Flandes solo ha estado dentro del top 10 en una ocasión, precisamente la pasada campaña.

Etixx puede aprovechar la baza de Stybar en diversos escenarios y es por ello que su figura cobra fuerza. Como vemos, es Roubaix y carreras sin cotas las que mejor le vienen -viendo los resultados- pero tiene cualidades para marcharse también en las cotas y estar entre los mejores. Cuenta con una buena velocidad punta y mucha potencia en el llano por lo que es candidato a ambas. Habrá que ver el nivel que muestra entre las cotas de Flandes pero en Roubaix, con su potencia, es claro candidato.

Lo que fue y puede seguir siendo Boonen

La segunda pregunta de Etixx. ¿Boonen puede ser la carta ganadora? A sus 35 años, Fabian Cancellara le ha sobrepasado en las últimas temporadas. Mientras Espartaco ha podido mantener su nivel, 'Tommeke' ha dejado mucho que desea. Quizás su época haya pasado aunque el belga es un romántico de esto del ciclismo e ilusión le sobra.

Boonen se resiste al cambio de generación y sigue sin tener un claro relevo en la formación belga. Este año ha obtenido resultados discretos, siendo top 20 en Omloop, E3 Harelbeke y Gante-Wevelgem y estando muy lejos en Kurne-Bruselas-Kurne. Está ahí pero nos hemos olvidado de ese Boonen listo a la par que rápido, que sabía manejar los grupos para poder resolver al sprint. 

Boonen lidera la subida a una cota en Gante-Wevelgem | Fuente: TDW Sport - Etixx-Quick Step.
Boonen lidera la subida a una cota en Gante-Wevelgem | Fuente: TDW Sport - Etixx-Quick Step.

Poco hay que decir de su pasado, cuatro veces campeón de París-Roubaix y tres del Tour de Flandes. Sus últimos éxitos llegaron en 2012 cuando monopolizó el pavé (cuarteto de victorias en E3, Gante, Flandes y Roubaix). Desde ahí, irregularidad, top 10, incomparecencias por problemas físicos o personales... no ha vuelto a ser 'Tommeke'.

En los últimos años parece que Boonen se ha ido encontrando mejor en Flandes, carreras con más selección, con más opción de desgaste. En cambio, la velocidad de Roubaix ha ido podiendo con él. Precisamente una velocidad que le ha caracterizado en sus triunfos pasados, ha sido uno de los mejores llegando al sprint en las clásicas de pavé. Habrá que ver, puede ser sin duda una buena bala para París-Roubaix y una buena ayuda para Flandes. Veremos a ver.

El relevo de 'Tommeke' en la figura de Terpstra

Por último, la tercera pregunta. ¿Será Terpstra el verdadero relevo de Boonen? Parecía que sí, que en 2014 aparecía el relevo de Boonen en Etixx, que un holandés iba a ser el salvador de una estructura belga. Niki ganaba en París-Roubaix con un ataque a falta de seis kilómetros para meta. En solitario se llevó su primer y único Monumento y, además, enfocando su carrera hacia la mejor edad para brillar en las Clásicas: la treintena. 

Tres triunfos en A través de Flandes, un amago de Tour de Flandes, además del mencionado triunfo en Roubaix. Parecía que sí pero... ahí se ha quedado. Anteriormente ya había cuajado buenas actuaciones, siendo top 5 en ambos Monumentos y parecía que iba a ser un digno sucesor de Boonen. Y encima en 2015 se creció en las cotas flamencas y enfocó su ciclismo hacia Flandes. Razones no le faltaban. Hizo segundo en el Oudenaarde. Lo rozó, pero Kristoff pudo con él. Al sprint poco pudo hacer en Roubaix así que este año tiene la redención.

Terpstra celebra su triunfo en Le Samyn | Fuente: TDW Sport - Etixx-Quick Step.
Terpstra celebra su triunfo en Le Samyn | Fuente: TDW Sport - Etixx-Quick Step.

Visto lo visto, y su capacidad para marcharse tanto en el llano, como en las cotas, tanto sobre asfalto como sobre pavé, parece que puede ser la baza idónea para Etixx en ambas carreras. A priori, sobre todo en Flandes. Ha mejorado en las cotas y viene de ganar en Le Samyn, una clásica menor pero con cotas y pavé al fin y al cabo, y con gran superioridad. Sin duda, debe estar en la terna de candidatos en Flandes. En Roubaix dependerá de las circustancias. Un ataque seco... lo puede hacer en cualquier momento. Le falta el remate para poder triunfar en un grupillo pequeño, lo que le queda por mejorar a sus 31 años.

La táctica de Lefevre

Así pues, tres opciones y más de diez combinaciones le quedan a Lefevre. Lo importante es que los tres estén a gusto. Quizás Boonen pueda ser la baza en Roubaix si llega un grupo grande; quizás Terpstra pueda ser clave en el Tour de Flandes aguantando con los mejores; en terreno intermedio, Zdenek Stybar quien puede ser usado de comodín: capaz de marcharse en las cotas y capaz de rematar en un grupo pequeño. Aun así, todo está en la cabeza de Lefevre. Solo los resultados dictarán sentencia.