Temporada sobresaliente, de matrícula de honor. Así se puede calificar el año de Peter Sagan. El ciclista de Tinkoff ha acumulado 14 victorias en una temporada de ensueño: nueve victorias de etapa —tres en el Tour de Francia— y cinco triunfos absolutos, entre ellos su segundo Mundial en Ruta (además de forma consecutiva), el Campeonato de Europa y un ‘monumento’ como el Tour de Flandes. Un ciclista al que sus ansias de victoria pueden haberle privado de un mayor número de éxitos este año: ha acumulado hasta once segundos puestos en etapas y carreras de un día (más otro segundo en la general de la Tirreno-Adriático) y cinco terceros (al que hay que añadir otro en la general del Eneco Tour). Le hemos visto buscarse la vida, meterse en fugas, trabajar para otros compañeros, etc. Increíble.

14 victorias (tres en clásicas, siete en pruebas World Tour, Campeón del Mundo, de Europa, primero en el UCI World Tour) 

Además de esto, el eslovaco ha finalizado el año encabezando la clasificación del UCI World Tour (por delante de Nairo Quintana con un total de 669 puntos), merced a sus tres victorias en clásicas (Flandes, Gante-Wevelgem y GP de Quebec) y siete etapas en pruebas World Tour (tres del Tour de Francia, dos del Eneco Tour y otras dos de la Vuelta a Suiza). Con la desaparición del Tinkoff al final de esta temporada, muchos son los conjuntos que han tanteado su fichaje, aunque finalmente fue el Bora-Hansgrohe quien se llevó el premio gordo.

Sagan celebra su primer monumento en Flandes con un caballito | Foto: Digital Clickx

La victoria en Flandes impulsó su temporada

El eslovaco comenzaba la temporada sabiendo el peso que supone portar el maillot arcoíris de Campeón del Mundo —muchos ciclistas han tenido un año aciago tras su logro— conseguido en Richmond. Comenzaba el año con la disputa del Tour de San Luis en tierras argentinas, donde ya estuvo cerca de vencer en varias llegadas masivas. En la temprana clásica belga de Omloot, Sagan volvió a quedarse con la miel en los labios al ver cómo Van Avermaet le superaba. Llegaba marzo con la Tirreno-Adriático y el eslovaco volvía a rozar la victoria de etapa, pero comenzaba a acumular segundos puestos, incluso en la general final, superado de nuevo por Van Avermaet por un solo segundo de diferencia. 

La decepciones en Milán San Remo o París-Roubaix se compensaron con su triunfo en Flandes

Llegaba el primer monumento del año, la Milán San Remo, donde firmó un discreto duodécimo puesto que, unido a la derrota ante Kwiatkowski en la E3 Harelbeke, hacía que los fantasmas de la maldición arcoíris sobrevolaran sobre el eslovaco. Sin embargo, solo dos días después llegaría su primera victoria del año en la trágica Gante-Wevelgem, en la que superó a Cancellara y Vanmarcke. El empujón definitivo para el de Tinkoff vino una semana más tarde, con la consecución del primer ‘monumento’ (el Tour de Flandes), realizando un valiente ataque ante el que nada pudieron hacer Cancellara —al que batía por segunda vez— y compañía. 

California y Suiza le dieron cuatro victorias de etapa al eslovaco

La temporada empezaba a clarearse para un Sagan que poco pudo hacer en la París-Roubaix al quedarse cortado por culpa de las caídas. El Tour de California, su prueba fetiche (acumula 15 victorias de etapa), sirvió para aumentar su confianza en los sprints con dos victorias de etapa y dos segundos puestos, además del maillot de puntos. Con el verano llamando a las puertas, el eslovaco siguió con su preparación de cara al Tour con la participación en la Vuelta a Suiza, otra prueba con la que guarda mucha sintonía (13 victorias): dos etapas más al zurrón gracias a su picardía y potencia. Por otro lado, tras cinco años de reinado en los Campeonatos en Ruta de su país, su hermano mayor Juraj le desbancaría, relegando al campeón del mundo a la segunda posición.

Peter Sagan luce su ya 'tradicional' maillot verde en una etapa del Tour de Francia | Foto: ASO

Exhibición en el Tour de Francia

Tres victorias de etapa, quinto maillot verde y premio al más combativo en el Tour

En julio llegaba la prueba de fuego para Peter: el Tour de Francia, prueba en la que se había marchado sin victorias en los últimos dos años, a base de acumular puestos de honor. Esto no iba a repetirse de nuevo: en la segunda etapa, con un final ideal para sus características que picaba hacia arriba, sumó su primera victoria; camino de Montpellier sacó provecho de los abanicos y rompió el pelotón para marcharse en un pequeño grupo de cuatro (con Froome) donde no tuvo problemas para vencer; y en Berna volvió a alzar los brazos gracias a su golpe de riñón, superando a Kristoff por centímetros

Su gran actuación en el Tour no quedó ahí, sino que además el eslovaco se hizo con su quinto maillot verde de la regularidad (con record de puntos y una ventaja abismal sobre el segundo clasificado de más de 200), estuvo presente en numerosas fugas e incluso se sacrificó para su líder Kreuziger en alguna etapa de montaña. No es de extrañar que recibiera también el premio de la combatividad. El ciclista de Zilina se marcó un excelente Tour

Problemas mecánicos empañaron su gran inicio en la prueba MTB de los JJ.OO. 

En los Juegos Olímpicos de Río, Sagan quiso rizar el rizo y renunció a la prueba en ruta para probar suerte con la bici de montaña (sus raíces). El ‘Bicho’ tenía preparada una de las suyas. A pesar de salir desde la última fila, protagonizó una salida antológica y remontó ¡40 plazas! hasta situarse en tercera posición en la primera vuelta. Solo dos pinchazos acabaron con las esperanzas de un Sagan que terminó doblado, pero con la sensación de haber podido entrar al menos en el top-10.

Sagan probó la disciplina de mountain bike en los JJ.OO. de Río | Foto: Cor Vos

Campeón del Mundo y de Europa en Ruta 

Tras un breve descanso, volvió a competir en el GP de Quebec, ganando con un potentísimo arranque y una superioridad pasmosa ante un Van Avermaet (por aquel entonces oro olímpico) que se tomaría la revancha dos días después en el GP de Montreal. Los éxitos continuarían llegando, esta vez en el Campeonato de Europa en Ruta, donde un excelente Sagan volvió a ‘humillar’ a sus rivales con una arrancada de otra galaxia ante la que nada pudieron hacer Alaphilippe y Dani Moreno. 

En Doha se convirtió en el sexto ciclista de la historia en ganar dos Mundiales de forma consecutiva

Con la mente puesta en el Mundial de Doha, el eslovaco de Tinkoff compitió en la penúltima prueba World Tour del año, el Eneco Tour. Dos nuevas victorias de etapa no saciaron una voracidad ganadora que quedó demostrada en la última etapa, con un visible cabreo del eslovaco por no haber podido entrar en el corte bueno que le hubiera hecho luchar por la victoria final (terminó tercero en la general y líder del maillot de puntos).

El eslovaco reeditó en Doha el Campeonato del Mundo en Ruta | Foto: UCI

Con una preparación más que notable de cara a la exigente prueba en ruta del Mundial de Qatar, el eslovaco se perfilaba como uno de los favoritos, a pesar de contar con solo dos compañeros de selección: su hermano Juraj y Michael Kolar. Acostumbrado a buscarse la vida, Sagan consiguió meterse en el corte que produjo el viento y se impuso a Cavendish para hacerse con su segundo maillot arcoíris y entrar en el selecto grupo (cinco ciclistas) de quienes lo visten dos años de forma consecutiva. Imposible cerrar mejor una temporada de oro puro que el eslovaco ha prolongado hasta “el país del sol naciente” con una victoria sobre Froome en una prueba de exhibición como es el Critérium de Saitama