Para empezar, hay que decir que Nairo Quintana es un corredor fuera de serie. Sus múltiples victorias lo avalan. En años anteriores, el pedalista colombiano ha deslumbrado con su forma de correr y su capacidad para afrontar grandes retos. Un Giro de Italia (2014), una Vuelta a España (2016) y tres podios en el Tour de Francia, sumado a enésimos trofeos en carreras importantes del calendario, lo llevan a ser uno de los mejores corredores del momento.
Desde aquella etapa 20 del Tour Francia 2013 -que, a su vez, lo catapultó al sub-campeonato de la carrera sumado a las clasificaciones de montaña y jóvenes- se auguraba que una nueva leyenda estaba presente en el pelotón. Sin embargo, la temporada 2017 ha sido una de las más deficientes de su carrera como ciclista profesional, lo cual no quiere decir que fue pésima. De un corredor como Quintana siempre se esperan grandes lauros, como mínimo una victoria en una de las tres 'grandes vueltas', pero cuando no se ven se tiende a pensar lo peor. No obstante, es importante aclarar que son seres humanos y tienen sus limitaciones.
Por otro lado, su segundo lugar en el Giro 2017 y sus múltiples victorias le son suficientes para entrar en este grupo selecto de los mejores corredores del año. Al boyancense de 27 años, debe servirle este año para pensar, para reflexionar en los desaciertos y corregirlos para la temporada que viene. Sin duda, este año no fue lo que él y su equipo esperaban.
Los aciertos
Si algo tiene de apasionante el ciclismo son sus riesgos, en todo sentido. En esta ocasión, el colombiano -junto con su cuerpo técnico- decidieron hacer una apuesta arriesgada: ganar Giro y Tour en una misma temporada. En realidad, la apuesta fue a ganar, no solo correr. Esta proeza solo la han logrado grandes leyendas como Coppi, Merckx, Anquetil, Indurain, Hinault, entre otros. El último en ganarlo había sido el 'pirata' Marco Pantani en 1998. El acierto está en el atrevimiento y el coraje para tomar dicha decisión. Se tomó el riesgo y no salió.
Además, el colombiano demostró que sigue siendo un corredor de un potencial enorme pues, siendo esta una temporada donde el nivel no estuvo donde él quiso, ganó la Tirreno-Adriático y la Vuelta a la Comunidad Valenciana, en adición a la victoria de etapa y segundo lugar en el Giro de Italia.
Nairo Quintana ha sido el único ciclista activo que ha logrado tres podios de forma consecutiva (Tour 2016, Vuelta 2016, Giro 2017)un dato que demuestra su categoría. Finalmente, tuvo un aceptable cierre de temporada en las clásicas de otoño en Italia - a quien se le vio recuperado y con fuerzas- donde fue cuarto y noveno en la Milán-Torino y el Giro de Lombardía , respectivamente.
Los errores
Así mismo, al hacer una apuesta se está apelando en gran medida a la suerte. Suerte que no acompañó al ciclista y máximo líder del Movistar Team, pues tuvo que enfrentarse a muchos desafíos; empezando porque no esperaba encontrarse unos rivales tan fuertes en el Giro de Italia, además de no tener las mejores piernas para responder con suficiencia el ritmo que marcó Tom Dumoulin en la 'crono' y la etapa que finalizó en Oropa.
La planificación falló, tanto del mismo deportista como del cuerpo que le acompañó en aquella decisión. Los más de 70 kilómetros de contrarreloj que tuvo la última edición de la 'corsa rosa' fueron mortales para las aspiraciones de Quintana y con este desgaste no pudo mostrar su mejor versión en la montaña. Otro desacierto fue el entrenamiento que tuvo el 'escarabajo' como preparación para dicho reto. Algunos especialistas acusan que debido a que el entrenamiento preparatorio se hizo en Europa, Nairo no pudo desarrollar las mismas capacidades y hematocrito que si se hubiera entrenado en la altura de su tierra natal.
Lo que viene para 'Nairoman'
Su mirada está puesta en el Tour de Francia 2018. “Tenemos muy buenas etapas. Gran parte del recorrido me ha gusta bastante" advirtió Quintana al conocerse el recorrido oficial de la Grande Boucle. Y no es para menos, en esta oportunidad el Tour contará con más puertos de alta montaña que el de este año, sin embargo, los kilómetros de contrarreloj son bastantes con el atenuante de que 35 de los 66 kilómetros en total de 'crono' son por equipos.
Nairo Quintana no quiere dejar pasar esta oportunidad, pues al saberse que Christopher Froome correrá Giro-Tour en 2018, el colombiano debe aprovechar el desgaste con el que llega el británico y apoderarse por fin del maillot jeune. Además, la llegada de Mikel Landa al conjunto telefónico debe servirle de motivación para demostrar todo su potencial. La Vuelta a San Juan en Argentina (21-28 de enero) y, la nueva carrera de categoría 2.1, la Vuelta a Colombia Oro y Paz (6-11 de febrero), serán los próximos retos del boyacense que por primera vez correrá con el Movistar Team en su país, cuestión que puede motivarle a iniciar el año de buena manera.