El holandés, vigente campeón del Giro d’Italia, no oculta el hecho de que el recorrido del próximo año de la Corsa Rosa constituiría un desafío para él: “Ni el Giro ni el Tour se adaptan perfectamente a mis características” afirmó, aunque reconoció que le entusiasma la idea de la etapa inicial  en Jerusalén, un recorrido de 9,7 km contrarreloj: “Amo cualquier tipo de contrarreloj. El año pasado gané el Giro el último día en una crono. Este año empieza igual, así que sería una gran oportunidad de coger la maglia rosa”.

El Giro del 2018 partirá desde Jerusalén el 4 de Mayo y finalizará en Roma el día 27, tras un recorrido muy exigente en cuanto a montaña, con ocho llegadas en alto entre las que se destacan el Zoncolan, en la etapa 14; el Jafferau en la etapa 19 que incluye el Colle delle Finestre, la cima Coppi de la edición 2018, y la ascensión final a Cervinia en la etapa 20. Por otro lado, a parte de la etapa inicial se correrá una contrarreloj individual adicional de 34.5 km, entre Trento y Rovereto, en la jornada 16; esto representa una disminución en kilómetros de crono frente a ediciones como la del año pasado, lo que explicaría las dudas de Dumoulin a participar de la carrera.

En cuanto a la confirmación de la presencia del cuatro veces ganador del Tour, Chris Froome en el Giro, Dumoulin afirmó que no tiene ninguna influencia en su decisión: “No me fijo en lo que hacen los demás antes de decidir mis calendarios. Siempre estudio las carreras y elijo las que mejor se adapten a mis características” declaró el holandés. Se prevé que en los días siguientes se clarifique el calendario del líder del equipo Sunweb para la  próxima temporada.