La progresión de Marc Soler va creciendo a pasos agigantados. El corredor catalán de Movistar Team, está ante la temporada de su confirmación, puesto que tras brillar en 2017, donde entre otros resultados lograba ser octavo en el Tour de Suiza y tercero en la Volta a Catalunya, tenía ante sí un 2018 lleno de retos en los que confirmarse como un ciclista con mucho futuro, y vaya si lo ha hecho a las primeras de cambio en los primeros compases del curso ciclista. Tras pasar desapercibido en el Tour Down Under, la Vuelta a Murcia y la Clásica de Almería, Soler comenzaba a despuntar en la Vuelta a Andalucía, carrera en la que finalizaba en tercera posición a veintisiete segundos de Tim Wellens, llegando a la París-Niza como jefe de filas del conjunto telefónico, algo que refrendaba sobre la carretera en la octava y última etapa, donde con un lejano ataque y una fuga junto a Omar Fraile y David de la Cruz, además de la caída de los hermanos Izaguirre, conseguía llevarse el triunfo en la clasificación general con cuatro segundos sobre Simon Yates, catorce con respecto a Gorka Izaguirre, y dieciséis sobre Ion Izaguirre y Tim Wellens.

"Cada año me noto un poquito más fuerte, estoy adaptado ya a la categoría y solo pienso en seguir progresando"

Como no podía ser de otra manera, Soler se encontraba en una nube al terminar una París-Niza extremadamente dura, sobre todo en la última etapa, en la que conseguía alzar los brazos en la clasificación general de la carrera tras plantear una etapa final de forma maravillosa. "Nunca había ganado una carrera del World Tour y para mi todo esto es un sueño, estar en el palmares con la gente que ha ganado esta carrera es increíble, todavía no me lo puedo creer. Todos los compañeros han estado muy bien durante toda la semana y hoy hemos podido rematar toda esa labor, personalmente no me lo esperaba, sobre todo después de haber perdido tiempo ayer, pero ya habíamos planeado con el equipo, con los directores y los compañeros, intentarlo atacando de lejos", comentó ante los medios de comunicación, reconociendo que la carrera en cuanto a corredores escapados no fue como hubieran pensado en un primer momento. "Pensábamos que habría una fuga grande como el año pasado, pero al final no ha salido, aunque Fraile iba por delante y he aprovechado para arrancar con De la Cruz e Ion en el puerto de 1ª, que es donde había pensado atacar. Una vez hecho el hueco solo quedaba ir a tope hasta meta", añadió.

Marc Soler además de llevarse el maillot amarillo, también conquistó el maillot blanco como el mejor de los jóvenes | Foto: París-Niza
Marc Soler además de llevarse el maillot amarillo, también conquistó el maillot blanco como el mejor de los jóvenes | Foto: París-Niza

Para terminar, Marc Soler no se conforma con haber ganado esta carrera, sino que ya piensa en prepararse al máximo para su próxima prueba, la Volta a Catalunya, una cita en la que trabajará para Valverde y Quintana. "Ahora toca seguir poco a poco y trabajar así, con tranquilidad y paso a paso, para seguir progresando, que es lo más importante. Cada año me noto un poquito más fuerte, estoy adaptado ya a la categoría y solo pienso en seguir progresando. Mi próxima carrera será la prueba de casa, la Volta a Catalunya, donde tocará trabajar para Alejandro y Nairo", concluyó.