A las 12:30 a.m., tras guardar un emotivo minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido Michael Goolaerts, los ciclistas han arrancado la 58 edición de la Flecha Brabanzona encabezados por sus compañeros del Verandas, por delante tenían 202 kilómetros y 27 cotas que superar. No tardaría mucho en formarse la fuga del día, que hoy formaron siete hombres: Calvin Watson (Aqua Blue Sport), Tyler Williams (Israel Cycling Academy), Michael Grosu (Nippo-Vini Fantini), Elmar Reinders (Roompot), Dries De Bondt (Veranda's Willems), Antoine Warnier (Aqua Protect), Andrea Peron (Novo). Durante la primera hora de carrera reinó una relativa calma y los escapados se acercaron a los cuatro minutos de ventaja. Esta diferencia no haría otra cosa que aumentar, hasta llegar a los 7’50’’ en la segunda hora de carrera. A partir de aquí, los equipos punteros empezaron a comandar el pelotón para ir reduciendo la desventaja de forma considerable, para entrar en los últimos 100 km con 3’30’’.

La carrera entró en el circuito final, al que se debían completar tres giros de 24 km cada uno. En la primera vuelta la cabeza de carrera apenas contaba con un minuto de adelanto respecto al pelotón. De Bondt decidió pasar a la acción y se marchó en solitario, mientras que por detrás, Haig(Michelton) y Van der Sande(Lotto) saltaron del pelotón y entraron en el grupo perseguidor. No duraría mucho la aventura de De Bondt pues fue neutralizado enseguida. Segundo paso por meta y el pelotón podía intuir ya a los fugados, tan sólo 25 segundos les separaban. Por esto, los dos hombres más frescos y más fuertes de la fuga decidieron poner un punto más. Haig y Van der Sande formaron un nuevo dúo cabecero mientras el resto fue atrapado por el gran grupo. Pese al esfuerzo y la colaboración de ambos, no consiguieron abrir mucho hueco, mientras por detrás seguían intentándolo muchos corredores, sin éxito.

Paso por meta y toque de campana, 24 kilómetros para el final y la dupla cabecera conseguía llegar hasta los 42 segundos, pero no fue más que un espejismo, pues el equipo Bahrain-Merida y el Quick-Step pusieron a funcionar la maquinaria y acabaron con sus ilusiones faltando once kilómetros para la línea de llegada. Con todo el mundo agrupado, el Lotto-Soudal movió ficha de la mano de Jelle Vanendert, que con un fuerte ataque, formó un grupo de diez corredores que se distanciaron del pelotón, Vanendert prosiguió con su esfuerzo el sólo, sin recibir ningún relevo, todo en pos de su compañero Tim Wellens. Faltando siete para la meta, Wellens salió por el córner como un obús, y nadie consiguió cogerle la rueda. La falta de entendimiento y las buenas piernas de Wellens le bastaron para conseguir una merecida victoria de forma contundente. El pelotón atrapó al resto y en el sprint del grupo se impuso Sony Colbrelli (TBM) seguido de Tiejs Benoot, también del Lotto-Soudal.

Clasificación de la carrera