Ser debutante en un Tour de Francia no suele ser una situación fácil para los ciclistas: mucha presión, tensión y dureza. Esta situación, prácticamente pasa desapercibida para los 'superclase', como es el caso de Fernando Gaviria (Quick Step-Floors). El colombiano ha superado con creces las expectativas depositadas en él antes del inicio de este Tour de Francia.
Tras las cuatro victorias en el Giro'17 llegaba a Francia como uno de los favoritos al 'sprint' y, por el momento, esta rindiendo de forma espectacular. Se vistió de amarillo en la primera etapa y en Sarzeau ha conseguido su segundo triunfo en esta edición de la ronda gala, por delante de Peter Sagan (Bora-Hansgrohe, 2º), de nuevo batido por el colombiano, y André Greipel (Lottos-Soudal, 3º). La victoria de Gaviria llegó en una etapa en la que 'a priori' la etapa parecía predestinada a una llegada masiva, pero los cuatros fugados del día le pusieron emoción y el espectáculo estuvo servido hasta los kilómetros finales, cazados a tan solo un kilómetros y medio de la línea de meta.
Sin problema para el sprint
Después de la contrarreloj por equipos -en la que se llevó el triunfo el BMC Racing Team- el Tour de Francia volvía al terreno de los 'sprinters'. Tras las dos primeras jornadas, los hombres más rápidos del pelotón tenían una nueva oportunidad de brillar en una llegada masiva en Sarzeau. El terreno, ya dentro de la Bretaña francesa, propiciaba una jornada tranquila en la que fuga, como ha terminado ocurriendo, fuera protagonista hasta los kilómetros finales en los que los equipos de lo velocistas pusieran el control a la carrera.
La fuga, sin excesiva lucha
Como viene siendo habitual en los últimos años, las etapas llanas del Tour están brillando por la escasez de pelea en la conformación de las escapadas. No existe motivación entre los ciclistas, ante el control del pelotón, y desde el kilómetro uno cuatro corredores empezaron a coger diferencia. Anthony Perez y Dimitri Claeys (Cofidis), Guillaume Van Keirsbulck (Wanty-Groupe Gobert) y Jerom Cousin (Direct Energie) fueron los integrantes de la fuga protagonista del día.
Por su parte, la tranquilidad, en un principio, imperó en el pelotón. Por primera vez en este Tour de Francia la fuga consiguió una diferencia superior a los siete minutos. A pesar de ello, una vez la distancia comenzó a ser "preocupante", los equipos de los 'sprinters' pusieron a sus hombres a trabajar para que comenzara el control de la escapada. Poco a poco, y sin excesivos esfuerzos, la diferencia fue reduciéndose hasta estabilizarse en torno a los dos minutos justo antes de comenzar el único puerto puntuable de la jornada, Côte de Saint-Jean-la-Poterie (4ª, 800 m al 7,8%).
Tensión en la parte final
La ascensión a la cota cambió la carrera por completo. Se produjo un cambio de carretera, en la que era más complicada la travesía del pelotón. La fuga comenzó a jugar sus cartas y tras más de 20 kilómetros, a tan solo 35 de meta, consiguió aumentar la diferencia a tres minutos. Poco a poco, el ritmo en el gran grupo comenzó a aumentar considerablemente y con él, la tensión. Lo que parecía una etapa sencilla, la insistencia de la fuga en mantener vivas sus opciones hasta el final obligó a poner toda la carne en el asador a equipos como Quick Step-Floors, especialmente.
Cazados 'in extremis' y victoria de Gaviria
La tensión incesante en los kilómetros finales provocó una caída en el seno del pelotón que partió el grupo en dos, dejando cortados a gente importante como Mikel Landa y Nairo Quintana (Movistar Team) y Rigoberto Urán (Education First-Drapac). A pesar del susto, consiguieron entrar en el pelotón sin mayores problemas. Por lo que respecta a la fuga, fueron cazados a falta de un kilómetro y medio para la línea de meta después de una magnífica etapa en la que por primera vez la escapada puso contra las cuerdas al pelotón.
El 'sprint' final estuvo marcado por el trabajo sensacional del Quick Step y, especialmente, de Maximiliano Richeze. El argentino lanzó a Fernando Gaviria durante más de 600 metros en los que ninguno de los rivales consiguió superar al colombiano. Greipel y Sagan se acoplaron a la rueda de Gaviria, pero el ciclista de Quick Step impuso su ley en el 'sprint' y demostró un poderío físico y una fuerza al alcance de muy pocos para rematar el trabajo del equipo y conseguir su segunda victoria en el Tour de Francia.