Una etapa final con mucho en juego entre los diez primeros clasificados de la carrera. Todos tenían un objetivo en mente de cara a poder disputar una contrarreloj con un recorrido muy peculiar. La mayoría por un carril bici bien asfaltado que conectaba con la subida final.

Fuente: Giro de Italia
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Entre medias, los corredores tomaban un cambio de bicicleta para afrontar la última subida. Un momento esencial en la carrera para evitar posibles problemas contra el tiempo. La misión era la de minimizar segundos en busca de aumentar diferencias con sus rivales.

Roglic evita a los fantasmas del pasado

Todo el mundo recuerda el trágico final en el Tour de Francia de 2020 donde cedía un minuto en una contrarreloj final ante Tadej Pogacar. Un momento trascendental en su carrera deportiva que supuso un reset para afrontar las grandes vueltas.

Un desfallecimiento que no ha vuelto a mostrar en una competición de tres semanas. Todo lo que ha corrido lo ha ganado excepto la ronda gala. Una maldición para el corredor esloveno que no tiene la condición física para doblegar al resto de competidores.

Fuente: Giro de Italia
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Algo que ha sabido cumplir en esta gran vuelta italiana. En la tercera semana de competición regresaba a tono y mostraba síntomas de su condición física para poder mostrar su mejor cara. Algo que ya se vio en la etapa 19 superando a un líder Geraint Thomas que tenía un desfallecimiento en los metros finales y metía 3 segundos.

El objetivo estaba claro. Conseguir sacar 26 segundos al líder para conseguir la maglia rosa. A principios de puerto solo había dos segundos de diferencia. Con el paso de los kilómetros, su fortaleza mental le ha permitido coger una cadencia muy explosiva para el corredor galés.

Fuente: Giro de Italia
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A mitad de la subida tenía un percance con la cadena y perdía 10 de los 15 segundos sumados al líder. En la llegada a meta recortaba 40 segundos al mejor tiempo de Joao Almeida. Se colocaba como el ganador provisional de la etapa a la espera de la llegada del hombre de Ineos Grenadiers.

Una relajación excesiva

Geraint Thomas si por algo destaca es por no mostrar sus emociones de forma evidente a través de gestos. Con un rostro serio desde el comienzo de la etapa esperaba poder mantener una diferencia con Primoz Roglic para sumar una gran vuelta a su curriculum profesional.

Fuente: Giro de Italia
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Ante la coronación del puerto y la bajada previa la línea de meta, cedía unos 20 segundos que dejaban claro el ganador de la gran vuelta. Primoz Roglic, se viste de héroe para derrotar al tiempo y a su gran rival. Ningún síntoma de fátiga por parte del galés, que ahora sí demostraba.

La preparación del eslovento para la última etapa fue mucho más estricta que la de un líder que veía minada su moral con el final de la etapa 19. Los 13 segundos en el cambio de bicicleta y de casco fueron determinantes para una diferencia que agrandaba hasta los 40 segundos. 

Un sueño hecho realidad

El corredor esloveno del Jumbo Visma, no tiene sitio para disputar el Tour de Francia. Con 33 años todavía tiene la oportunidad para poder ganarla en las próximas temporadas. Para eso, debe pensar en un cambio de equipo ante el liderazgo de Jonas Vingegaard para la ronda gala.

Sigue demostrando garantías de ser un claro favorito para una carrera de tres semanas. Tiene que sumar a sus tres Vueltas a España, un Giro de Italia que muestra el gran rendimiento de un corredor todoterreno para la montaña, el descenso y las etapas al cronómetro. 

Sin su participación en el próximo Tour de Francia puede que sea la Vuelta a España su próximo objetivo. La baja de Tao Geoghehan Hart y Remco Evenepoel fueron significativas para la consecución de etapas emocionantes. La competencia se vio reducida de forma drástica.