La etapa estaba escrita para que se la llevase Kittel, pero se llegó al final con una mal posición para el hombre del Giant-Shimano. Sin embargo, el final fue apoteósico y se llevó su segunda victoria en este Giro de Italia, demostrando su potencia y estado de forma.

Kittel explicó su movimiento al final: "A falta de 1,3 kilómetros perdí el tren de Tom Veelers porque me hicieron un sandwich. Afortunadamente evité la caída y después de eso decidí abrirme, seguir la estela de Bouhanni y atacar. Ataqué con todas mis fuerzas y pude llegar bien a meta. Estoy muy contento".

Si sigue ganando etapas, Kittel podría aspirar a llevarse el maillot rojo del Giro de Italia. Lo que ha dejado claro es que no piensa retirarse para pensar en el Tour de Francia: "Iré día a día y veré cómo va todo. Para mí es un gran honor llevar este maillot y tengo una gran motivación para los próximos sprints".

Kittel, de momento, el mejor del Giro.