Tras haber llegado al ecuador de la temporada con pocos días de competición acumulados, el pasado mes de agosto se tornó vital para la carrera deportiva de Gustavo César Veloso (29/01/1980, Vilagarcía de Arousa, Pontevedra). Su excelente actuación en la Vuelta a Portugal -carrera en la que demostró una gran superioridad sobre sus rivales, alzándose con la clasificación general y ganando una etapa-, seguida de un notable segundo puesto en el Tour de Río -donde quedó detrás del manchego Óscar Sevilla-, ha vuelto a confirmar la calidad que el gallego atesora como ciclista profesional.

Pregunta: Ahora que ha tenido tiempo para asimilar su victoria en la Vuelta a Portugal y el segundo puesto en el Tour de Río, en Brasil, ¿cómo se siente?

Respuesta: La verdad es que bien, con la sensación del deber cumplido. Estos resultados son la recompensa de mucho trabajo; el segundo puesto en el Tour de Rio no deja de confirmar el buen trabajo hecho. La Vuelta a Portugal te deja con mucho ritmo y es algo que hay que intentar aprovechar en carreras posteriores.

P: ¿Qué han supuesto estos buenos resultados para su equipo, el OFM-Quinta da Lixa?

R: Han sido importantes. Ser el equipo ganador de la edición del año pasado y repetir es complicado, más aún para un equipo con dos años de vida. Esperemos que esto ayude al equipo a seguir muchos años más en competición.

P: Sinceramente, antes de iniciar la carrera lusa, ¿pensaba que llegaba en un momento de forma como para plantearse la victoria final?

R: Sí. Llegaba más fino que el año pasado -con un kilo menos de peso- y con mucho trabajo detrás -muchos días fuera de casa para entrenar en altura-, sacrificando estar con mi mujer y mis hijos. Estaba seguro que estaría para disputar la general. ¿Ganar? Nadie lo sabe hasta que llegas a meta.

P: ¿Tuvo la carrera controlada en todo momento o hubo algún instante en el que vio peligrar la clasificación general?

R: Siempre he estado tranquilo. Tenía un gran equipo que trabajó como un reloj suizo. Incluso a pesar de la polémica, pues habíamos hablado que se podía dar la situación que se dio cuando paró Delio. Hubiera estado más preocupado si él no fuese por delante y encontrarme solo. Delio es un gran profesional y buen amigo. Siempre sabe lo que hay q hacer en cada momento. Sólo me da pena que no le den la oportunidad de demostrar lo que vale donde se merece: en un equipo grande. Está llegando a la madurez como corredor y los equipos se están perdiendo el poder aprovechar su potencial.

P: ¿Cuál fue el momento que vivió más intensamente de todo lo que le sucedió en las once etapas que tuvo la carrera portuguesa?

R: En la contrarreloj individual. Recordaba el trabajo que habían hecho mis compañeros, me daban referencias y se me ponía la piel de gallina. Además, logré, por fin, ganar una crono (risas). Es que, en contrarreloj, había conseguido todos los puestos entre los diez mejores menos la victoria.

P: ¿Cuáles son sus planes para el futuro más inmediato? ¿Y a largo plazo, cambia algo esta victoria?

R: El plan es seguir compitiendo y disfrutando de lo que hago, pero no depende sólo de mí. El ciclismo está muy mal, casi no quedan equipos y a los que hay no suele interesarle un veterano de 34 años, aunque andes y tengas oficio; esa es la realidad. Yo me limito a hacer mi trabajo y disfrutar haciéndolo. Ahora toca esperar a ver qué equipos pueden estar interesados en mí y ver qué me conviene más, tanto a nivel deportivo como económico.