La París-Niza de este año, que comienza mañana domingo, supone para Richie Porte la carrera de su redención. Después de un 2014 discreto, plagado de problemas físicos, 2015 ha arrancado para él con una dinámica totalmente diferente, que pretende confirmar en la Carrera del Sol, segunda parada World Tour de la temporada. 

En sus primeros 14 días de competición, Porte ha logrado tres victorias (nacional CRI, etapa en Down Under y en Algarve), acabando en el podio del Down Under y alcanzando el top 4 en la Vuelta al Algarve, hace justo dos semanas. Los fantasmas, por tanto, parecen haberse alejado de un corredor plagado de luces y sombras, aunque debe ratificar su buen momento de forma en una París-Niza que se prevé muy disputada. 

"Todo ha ido realmente bien", explica el aussie a pocas horas de ponerse de nuevo el dorsal. "Gozo de buena salud y todo el equipo está motivado para conseguir grandes resultados", señala, en referencia al buen momento competitivo de Sky.

Porte es corredor de rondas cortas y París-Niza uno de sus feudos. Es la única prueba World Tour que ostenta en su palmarés, al haberse impuesto en la edición 2013. "Estoy impaciente por adentrarme en esta carrera. Guardo muy gratos recuerdos de hace dos años". En aquella edición, el estilete de Sky dominó sin contemplación a sus rivales, extrayendo una renta final sobre el segundo clasificado, Andrew Talansky, de 55 segundos, y ganando dos etapas.

"El recorrido de este año es muy similar al de 2013, cuando gané", subraya el australiano

Una de ellas fue la cronoescalada final al Col d'Èze, que este año se recupera con la intención de mantener la emoción hasta el final. "El trazado de este año es muy parecido al de 2013. Sé que hay días muy complicados por delante y puedes esperarte lo inesperado", aseguró. "Muchos rivales estarán pendientes de nosotros, ya que traemos un gran equipo aquí, con el que jugaremos diferentes cartas para cada situación", remarca.

Las alabanzas de Porte a su pléyade están plenamente justificadas. Los británicos han formado un ocho ganador, con Porte, que apunta al Giro, como líder y varias bazas de recambio, como Thomas o Roche y valor añadido como Rowe, Swift, Nordhaug o Wiggins. Este último buscará limar su forma de cara a París-Roubaix y lucirse con el maillot arcoíris en el prólogo de mañana y en la cronoescalada final.