Alejandro Valverde repitió tercera posición en la clásica italiana Strade Bianche. Como ya pasó en la edición de 2014, el murciano rozó el triunfo en una prueba épica, tan solo al alcance de verdaderos gladiadores. El ciclista del conjunto Movistar respondió de maravilla en los tramos de “sterrato” y tomó la iniciativa para seleccionar la carrera. Aguantó en cabeza hasta el kilómetro final, donde fue superado claramente por Zdenek Stybar y Greg Van Avermaet.

A pesar de la resolución poco favorable para sus intereses, Valverde se mostró satisfecho con el rendimiento mostrado durante la prueba. El español se desgastó en la parte delantera y propició varias selecciones en los tramos más duros. Este sobresfuerzo para romper a sus rivales le pudo pasar factura en la decisiva rampa final. “He intentado mostrar esa actitud que reclama el aficionado, hacerles disfrutar, y en ese sentido hoy acabo contentísimo. El trabajo desde el inicio con todo el equipo ha sido fantástico. Con el fuerte viento que soplaba hoy era importante ir siempre bien colocado y hemos conseguido empezar todos los tramos de “sterrato” adelante, lo que nos ha dado mucha confianza. He tomado el mando desde muy lejos, buscando todos los cortes importantes y eso a lo mejor ha hecho que no llegase con la fuerza que me hubiese gustado”, comentó Alejandro.

Zdenek Stybar y Greg Van Avermaet son clasicómanos contrastados y llegaban en un mejor punto físico. Con sueños en forma de adoquín a la vuelta de la esquina, Stybar y Van Avermaet lucieron un punto más en el momento culminante. Valverde en cambio, tiene metas muy distintas y su temporada acaba de empezar. “Es probable que me haya cebado un poco, pero a la vez hay que valorar la enorme calidad de Van Avermaet y Stybar. Son grandes corredores, muy especialistas en estas pruebas e incluso puede que llegasen en mejor condición que yo, pensando en Flandes y Roubaix y después de disputar una carrera como el Omloop Het Nieuwsblad el sábado pasado. En el final he tomado ese gel a tan pocos kilómetros de meta por la sensación de vacío que tenía, buscando recuperar lo máximo que pudiese, pero al no conseguirlo y con los calambres que empezaba a sufrir, he optado por asegurar el tercer puesto”, aclaró el murciano.

Lejos de mostrarse dolido, Valverde valoró el tercer puesto de manera positiva. El número uno del World Tour en 2014 ya piensa en el próximo objetivo, la Volta Ciclista a Catalunya. “Me quedo sobre todo con el gran trabajo del equipo y también del mío propio; me he sentido muy bien. Ahora tocan unos días de descanso y de más trabajo para seguir mejorando la forma de cara a la Volta a Catalunya, mi próxima carrera”, acabó Valverde.