Y otra vez en segunda posición… ¡Peter Sagan! Cuantas veces el ciclista eslovaco escuchó esa frase. Una coletilla que le acompaño durante dos largas ediciones del Tour de Francia. Pero este año ya no más. Peter Sagan (Tinkoff) se ha sobrepuesto a aquellas voces que le tachaban de segundón. Ya lleva tres victorias de etapa en lo que llevamos de Tour, además de haberse embolsado casi de forma definitiva el maillot de la regularidad. Un corredor de garra, polivalente y lo más importante, ambicioso. Ya lleva tres, y no da tregua a los otros velocistas, ha vuelto el Peter más egoísta y parece que nadie pueda frenarlo.
Perfil trampa
Último esfuerzo antes de afrontar el día de descanso previo a la última semana del Tour de Francia. La carrera vuelve a alejarse de tierras francesas, cruzamos la frontera para entrar en Suiza, concretamente en dirección Berna. Una jornada que se hacía esperar simple, sin muchas dificultades apartentes, con sólo un puerto de cuarta categoría como dificultad en el perfil. Pero esto es el Tour de Francia, y aquí nada es tan fácil como parece. Los últimos tres kilómetros eran una trampa, una llegada digna de las clásicas de un día con dos repechos, uno adoquinado, de un desnivel mayor del 6%. Un caramelito para aquellos clasicómanos que habitan en la ronda francesa.
Los más valientes en el día de hoy fueron el germano Tony Martin (Etixx) y el galo Julien Alaphilippe (Etixx). Los dos corredores del conjunto Ettix se embarcaron en una aventura de más de 100km de distancia, tratando de poner en jaque al pelotón. Otro día, otra exhibición de niveles titánicos de Martin.
Tony Martin engrasando la maquina para los Juegos Olímpicos
Volviendo a hacer uno de esos test que suele realizar cada vez que se aproxima una cita importante para él, y no hay mayor cita que el oro olímpico en Rio. Una hazaña que forzó a su compañero de fuga a llegar a unos niveles de esfuerzos desmedidos.
Pero Tinkoff y BMC, sabedores de los dos caballos ganadores que poseen, controlaron la cabeza de la carrera durante gran parte del recorrido, hasta que el ex campeón del mundo Rui Costa (Lampre) saltó del grupo. El portugués luchó contra viento y marea para abrir hueco, un movimiento bravísimo que mereció algo más. Una odisea que duró algo más de diez kilómetros, Stephen Cummings (Dimension Data) no le dejó tomar más de 30 segundos de margen, dejándolo a placer para el resto de compañeros.
Final de traca
Tras cazar al ciclista luso, el pelotón afrontó el duro repecho adoquinado comandado por el Tinkoff, donde Vanmarcke (Lotto Jumbo) buscó romper el grupo. Consiguió unos escasos metros de ventaja, aunque a pesar de eso el Giant no dejaba que pillase ninguna distancia, Degenkolb estaba ambicioso y no querían dejar pasar la oportunidad. Nada más entrar en el último kilómetro todas las miradas eran en una misma dirección, hacia Peter Sagan (Tinkoff) y Fabian Cancellara (Trek).
Kristoff encadena dos segundos puestos casi consecutivos
El primero en lanzar el sprint final fue murciano Alejandro Valverde (Movistar). Kristoff (Katusha) se agarró perfectamente a su rueda, como si se tratase de un lanzador de su propio equipo, sin embargo, si hay alguien que está tocado por una varita es el eslovaco Sagan, que remontó posiciones hasta colocarse en un mano a mano frente al noruego. En ese momento hizo gala de su gran habilidad con la bicicleta, uno de esos rasgos que le definen, el último golpe de riñón. Ese lanzar la bicicleta le permitió volver a levantar los brazos este año. Un final que se volvió a decidir por centímetros, donde uno de los protagonistas de este año, el Photo-finish tuvo que volver a aparecer.
El principio del final
.jpg)
La decimosexta etapa regaló uno de esos momentos que nunca se quieren ver. Suiza nos brindaba un homenaje a uno de sus deportistas más grandes. Cancellara volvía a su casa en su último Tour. Un adiós que no fue todo lo grande que él hubiese deseado, de seguro que no fue por falta de ambición. Aun así no hay nada que se le pueda reprochar a esta figura que dirá adiós al final de la temporada.